Los niveles elevados de azúcares en la sangre se relacionan con la diabetes, una enfermedad que, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), “con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios”, aunque hay diferentes niveles de este padecimiento.

La OPS explica que la diabetes es una enfermedad crónica, esta llegaría a presentarse cuando el páncreas no produce la insulina suficiente para el funcionamiento del organismo; sin embargo, aunque se produzca y el problema sea del cuerpo que no la utiliza de forma correcta, también podría llegar a diagnosticarse. “La insulina es una hormona que regula el azúcar en sangre”, añade la organización dando claridad sobre el término.

En el continente americano, la organización estima que hay aproximadamente 62 millones de personas con diabetes, además, a este diagnóstico se le atribuirían unas 244.084 muertes anuales. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud, hace un estimado a más amplio en el que 1,5 millones de personas estarían muriendo en el mundo por esta enfermedad, para 2019; convirtiéndose en la sexta causa de muerte ese año.

Se advierte que están aumentando los casos de diabetes en las últimas décadas; incluso, estas organizaciones afirmaron que entre el 2000 y el 2016, el aumento de mortalidad prematura sobre esta enfermedad alcanzó el 5 %.

La diabetes puede ser tipo 1, tipo 2 y también gestacional; siendo la más común la tipo 2, la cual se da generalmente en adultos y resulta luego que el cuerpo de la persona se vuelve resistente a la insulina, según explica la OMS, añadiendo que “más del 95 % de las personas con diabetes tienen diabetes tipo 2. Este tipo de diabetes es en gran parte el resultado del exceso de peso corporal y la inactividad física”.

Por su parte, la diabetes tipo 1 es común en pacientes jóvenes o niños. Según la OPS, los síntomas que esta presenta son excreción excesiva de orina, sed, hambre constante, pérdida de peso, cambios en la visión y fatiga. Estos menores serían insulinodependientes, lo que significa que tiene una deficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta sustancia. Además, agrega que por el momento, no se conocen las causas de este padecimiento en estas personas, ni tampoco se sabe cómo prevenirlo.

Entre tanto, la diabetes gestacional aparece, como su nombre lo indica, en mujeres que estén en embarazo, la OPS la describe como una hiperglucemia, es decir, que esta población tiene niveles elevados de azúcar en la sangre, pero no llegan a los que se consideran como una verdadera diabetes.

“Las mujeres con diabetes gestacional tienen un mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo y el parto. Estas mujeres y posiblemente sus hijos también corren un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2 en el futuro”, acota la organización sobre los casos de esta enfermedad en las mujeres en este estado.

Ante este panorama, se recomienda tener una dieta balanceada que evite ciertos alimentos para no empeorar el diagnóstico, incluso estas organizaciones recomiendan evitar el azúcar y las grasas saturadas. En adición, el portal Actitud Saludable afirma que, se recomienda a las personas con este padecimiento consumir panes integrales, ya que el trigo integral sería un carbohidrato complejo con fibra y vitaminas que ayuda a reducir los efectos en el organismo.

También, este portal asegura que los granos como las lentejas y los frijoles, deben estar presentes en la dieta, sumando verduras como espinacas, brócoli y zanahorias; entre las frutas se debería consumir bayas y aguacates; las proteínas recomendadas son el pollo magro, el salmón y el atún; y otros alimentos como el yogur griego, la avena y el chocolate negro.