Llevar una vida saludable es la clave para la prevención de enfermedades. Realizar actividad física, mantenerse hidratado y tener una dieta equilibrada es fundamental para el bienestar del organismo. Los malos hábitos, como el exceso de consumo de azúcar y de alimentos con mucho contenido de glucosa aumenta el riesgo de tener niveles altos de azúcar en la sangre y desarrollar diabetes.
Ana Patricia Heredia, subdirectora de Salud Nutricional, Alimentos y Bebidas del Ministerio de Salud, señala que los azúcares refinados no deben exceder el 10 % de la ingesta. Se debe tener en cuenta que los alimentos pueden contener diferentes tipos de azúcares “de origen natural como el que ese encuentra en la miel y frutas frescas, y el azúcar refinada que se adiciona como ingrediente a las bebidas gaseosas, jugos, helados, vinos, productos de repostería y panadería, postres, mermeladas, salsa de tomate, entre muchos otros”.
La experta señala que para favorecer al bienestar de todo el organismo, el consumo de frutas y verduras debe ser al menos de 400 gramos al día, lo que significa cinco porciones entre ambas. “Esto ayuda al fortalecimiento de las defensas naturales del organismo contra las enfermedades infecciosas y a la protección de las no transmisibles”, enfatiza Heredia.
La diabetes se caracteriza por la dificultad en el transporte de la glucosa a todo el organismo, la cual es utilizada como energía para el cuerpo. Para este proceso, la insulina, que es una hormona producida por el páncreas, se encarga de movilizar el azúcar en el torrente sanguíneo. En los pacientes diabéticos pueden suceder tres cosas: poca producción de insulina, resistencia a la insulina o ambas, explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Un tratamiento oportuno disminuye el riesgo de otras complicaciones en el estado de salud de los pacientes diabéticos. Según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS) la diabetes es una de las causas directas de la ceguera, insuficiencia renal, ataques cardíacos, derrames cerebrales y la amputación de miembros inferiores. Por esto, es importante realizar exámenes médicos periódicos y verificar que los niveles de azúcar en el torrente sanguíneo estén dentro de los rangos normales.
Al contar con un diagnóstico de diabetes es fundamental realizar cambios en el estilo de vida, especialmente en la alimentación. Asimismo, seguir las instrucciones médicas para mantener un buen estado de salud y evitar mayores riesgos.
Los pacientes diabéticos deben prestar atención a algunos síntomas que pueden ser de preocupación. Mayo Clinic, destaca que se debe consultar al médico en caso de presentar algunos de estos signos:
- Aumento de la sed y de la micción
- Fatiga
- Visión borrosa
- Pérdida de peso inesperada
- Aumento del hambre
- Llagas de curación lenta e infecciones frecuentes
- Encías rojas e inflamadas
- Hormigueo o entumecimiento en las manos o los pies
Tipos de diabetes
- Diabetes tipo 1: es la menos común. Se puede presentar en cualquier edad, pero la suelen padecer, por lo general, niños, adolescentes o adultos jóvenes. Se caracteriza por una producción deficiente de insulina, el cuerpo no produce o produce en cantidades mínimas.
- Diabetes tipo 2: este tipo de diabetes es el más común. Por lo general, se presenta en la edad adulta (sobrepeso), sin embargo, en la actualidad se presenta cada vez más en los niños. En esta enfermedad el cuerpo es resistente a la insulina y no la usa como debería.
- Diabetes gestacional: este tipo de diabetes aparece en el embarazo. Esta enfermedad aumenta el riesgo de que se presenten complicaciones en parto. Al mismo tiempo de que la madre y el hijo presenten diabetes de tipo 2 en un futuro.