La diabetes, conocida por los niveles elevados de azúcar en la sangre, es una enfermedad crónica que con el tiempo genera complicaciones en diferentes órganos como los ojos, los riñones y los nervios.
En el caso particular de los ojos, esta afección puede dañar los pequeños vasos sanguíneos de la retina, que es la parte posterior de este órgano. A esto se le conoce como retinopatía diabética, la cual se presenta con mayor frecuencia si la persona ha tenido diabetes por mucho tiempo, la glucosa ha estado mal controlada y si el paciente fuma o tiene presión arterial o colesterol altos.
Los niveles elevados de azúcar en la sangre también aumentan el riesgo de padecer glaucoma, cataratas y otros problemas oculares, que pueden conducir a la pérdida de visión, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos explica que cuando los vasos sanguíneos de los ojos se dañan, pueden hincharse y dejar que salga la sangre, lo cual causa visión borrosa o impide la circulación de la sangre.
Una de las mejores formas de evitar estas complicaciones de salud es la alimentación. Una dieta saludable ayuda a controlar la glucosa en la sangre y de paso previene que esta enfermedad genere afectaciones en órganos como los ojos.
Lo ideal es incluir en la ingesta diaria frutas y vegetales, granos integrales como trigo, arroz, cebada, quinua y avena; proteínas, como carnes magras, pollo, pavo, pescado, huevos, nueces, frijoles, lentejas y tofu y productos lácteos descremados o bajos en grasa como leche, yogur y queso.
Esto debe complementarse con la práctica de ejercicio varias veces a la semana. La Fundación Española del Corazón indica que los deportes más recomendables son caminar, correr y montar en bicicleta, siempre teniendo en cuenta la condición clínica del paciente.
Adicionalmente, se puede recurrir al consumo de algunos remedios naturales y uno de ellos es el té de manzanilla, planta que cuenta con propiedades analgésicas y antiinflamatorias y es precisamente por las que se le reconoce.
Sin embargo, el portal Salud 180, de México, cita una investigación publicada en Journal of Agricultural and Food Chemistry, en la que científicos de la Universidad de Toyama, Japón, mostraron que una taza diaria de té de esta planta podría reducir las complicaciones de la diabetes tipo dos, como lo es el daño en los nervios, riñones e incluso, la pérdida de visión.
Según el portal de salud Healthline, la evidencia científica muestra que este té no solo tiene el potencial de optimizar el control del azúcar en la sangre, sino que también puede ayudar a proteger contra el estrés oxidativo, un desequilibrio que provoca complicaciones relacionadas con la diabetes.
Adicionalmente, información del portal Nutrición y Farmacia, de España, indica que gracias a sus beneficios antiinflamatorios, esta hierba previene el daño en el páncreas, órgano que se encarga de producir la insulina, hormona que permite el paso del azúcar a las células para que estas lo conviertan en energía.
A esta planta se le atribuyen otras bondades. Por ejemplo, que ayuda a mejorar el sueño; alivia problemas estomacales; previene enfermedades cardiovasculares, gracias a que es rica en luteina, quercetina y esculetina, antioxidantes que evitan la oxidación de las células de grasa; alivia los cólicos menstruales y promueve la salud de la piel.
¿Cómo se prepara?
Para elaborar un té de manzanilla solo se requiere de cinco gramos de flores deshidratadas o frescas que se adicionan a una taza de agua hirviendo. Se tapa y se deja reposar por cuatro o cinco minutos. Por último, se cuela y se beben al menos tres tazas al día, según el portal de bienestar y salud Tua Saúde.
Es importante tener claro que los beneficios de cualquier remedio natural solo se obtendrán si su ingesta se realiza en el marco de una dieta equilibrada, la práctica de ejercicio y siempre es importante consultar al médico.