Una dieta antiinflamatoria está basada en alimentos que reducen la inflamación del cuerpo que puede estar ocasionada por infección, lesión u otras afecciones médicas.
Además, el portal de salud Kidshealth señaló que la inflamación puede ser aguda o crónica:
- La inflamación aguda dura unos pocos días y ayuda al cuerpo a recuperarse después de una infección o lesión.
- La inflamación crónica ocurre si la enfermedad o infección no desaparece o si el cuerpo se lesiona una y otra vez (por ejemplo, por el humo del tabaco). La inflamación crónica dura de meses a años y puede conducir a otros problemas médicos.
Por ello, el portal Alimente de El Confidencial reveló que la dieta mediterránea es la idea para reducir la inflamación, y el gastroenterólogo y neurocientífico de la Facultad de Medicina David Geffen de la Universidad de California, Emeran Mayer, en un artículo en el blog de ‘The Mind-Gut Connection’ y citado por el medio señaló que “entre las dietas antiinflamatorias, la mediterránea tradicional ocupa un lugar destacado entre los médicos y dietistas, y por una buena razón. Los estudios demuestran que protege contra la mayoría de las afecciones crónicas no infecciosas relacionadas con la activación inmunitaria sistémica, incluidas las enfermedades cardiovasculares, el síndrome metabólico, la diabetes tipo 2, la depresión y el deterioro cognitivo”.
Así las cosas, la dieta mediterránea está basada en:
- Comidas a base de vegetales, con solo pequeñas cantidades de carne de res y pollo.
- Más porciones de granos enteros, frutas y verduras frescas, nueces y legumbres.
- Mucho pescado y otros mariscos en lugar.
- Aceite de oliva como la fuente principal de grasa empleada para preparar los alimentos. Este aceite es una grasa saludable y monoinsaturada.
- Alimentos que se preparan y sazonan de manera simple, sin salsas ni jugos de la carne.
Sobre la misma línea, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación reveló algunas reglas generales sencillas para la alimentación antiinflamatoria, incluyen:
- Comer más alimentos de origen vegetal. Los alimentos integrales, alimentos de origen vegetal tienen los nutrientes antiinflamatorios que el cuerpo necesita. Por ello, comer una variedad de frutas, verduras, cereales integrales y legumbres es el mejor comienzo.
- Concentrarse en los antioxidantes. Ayudan a prevenir, retrasar o reparar algunos tipos de daño celular y tisular. Se encuentran en frutas y verduras coloridas como bayas, hojas verdes, remolacha y aguacate, así como frijoles y lentejas, cereales integrales, jengibre, cúrcuma y té verde.
- Obtener omega-3. Los ácidos grasos omega-3 participan en la regulación del proceso inflamatorio de el cuerpo y podrían ayudar a regular el dolor relacionado con la inflamación y se encontrarán estas grasas saludables en pescados como el salmón, el atún y la caballa, así como en cantidades más pequeñas en nueces, pacanas, semillas de lino molidas y en la soja.
- Comer menos carne roja. La carne roja puede estimular la inflamación y, aunque guste demasiado se debe tratar de cambiar la carne de res del almuerzo por pescado, nueces o proteínas a base de soja unas cuantas veces a la semana.
- Eliminar los alimentos procesados. Los cereales y las bebidas azucaradas, los alimentos fritos y los pasteles estimulan la inflamación. Pueden tener muchas grasas no saludables relacionadas con la inflamación, pero comer frutas enteras, verduras, cereales y frijoles puede ser rápido si se preparan con anticipación varias comidas.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.