Tener una buena masa muscular no solo tiene que ver con temas estéticos. Puede ayudar, además, a desarrollar huesos fuertes, controlar el peso, mejorar la calidad de vida, contribuir a un mejor equilibrio y reducir el riesgo de caídas.
También posibilita tratar las afecciones crónicas y agudizar las habilidades intelectuales, entre otras bondades, según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Así mismo, la entidad explica que la masa muscular disminuye naturalmente con la edad. Por ende, señala que si las personas no hacen algo para reemplazar el músculo que se pierde con el tiempo, el porcentaje de grasa comenzará a aumentar con el pasar de los años.
En las mujeres, según el portal Runtastic, “hay una hormona que es particularmente importante para el crecimiento muscular: el estrógeno. Estudios han demostrado que esta hormona (que está particularmente activa durante la ovulación) puede incrementar la producción de proteína y, con ella, estimular la construcción de músculo”.
Por lo anterior, se hace necesario conocer la fase del ciclo menstrual en el que se esté para sincronizar el entrenamiento con el calendario del cuerpo.
Por otro lado, según el portal de salud y belleza Mejor con salud, algunos hábitos pueden ayudar a incrementar el IMC (índice de masa corporal):
- Consumir entre 5 y 6 comidas saludables a diario: se recomienda distribuir la alimentación en cinco o seis porciones, comer las tres principales (desayuno, almuerzo y cena) y dos merienda ayudan a mantener el cuerpo lleno de energía durante todo el día. Si no se le brindan los alimentos necesarios al cuerpo este recurrirá a quemar la masa muscular para obtener energía, según menciona un artículo de WebMD.
- Incorporar proteínas y carbohidratos para ganar masa muscular: estos alimentos ayudan a fortalecer y aumentar la masa grasa del cuerpo; estos componentes son esenciales para garantizar la energía que el cuerpo necesita. Además, son importantes para recuperar los niveles de glucosa luego de un entrenamiento, como detalla una investigación publicada por The American Journal of Clinical Nutrition.
- Incrementar el consumo de agua: el agua es uno de los componentes más importantes para la salud del organismo. Consumirla en cantidades adecuadas es fundamental para tener fibras y tejidos musculares en buenas condiciones. Un organismo deshidratado puede perder masa muscular y además la persona puede experimentar fatiga y limitaciones físicas, según explica una publicación de Nutrition Reviews. Se recomienda consumir como mínimo entre 8 y 10 vasos de agua al día.
- Descansar bien: muchos creen que el sueño no tiene nada que ver con el aumentó del IMC; sin embargo, es indispensable para garantizar el crecimiento de los músculos. Es primordial descansar entre 7 y 8 horas diarias sin interrupciones para conseguir el objetivo propuesto; mientras se duerme los músculos se reparan. Un buen descanso ayudará a tener más energía, lo que optimizará el entrenamiento, entre otros beneficios que destaca un artículo de WebMD.