El estrés, el tipo de alimentación, el cigarrillo, el sol y los tratamientos capilares como tintes, permanentes y alisados debilitan el cabello, ocasionando problemas de sequedad, grasa, falta de brillo y caída excesiva.
Por esa razón, tener un cabello fuerte, brillante y con volumen es un síntoma de salud capilar. Incluir algunas vitaminas es fundamental para el cuidado capilar. El organismo no puede elaborar la mayoría de vitaminas esenciales, por lo que las personas que sufren de caída constante del cabello deben obtenerlas a través de una dieta equilibrada o mediante diferentes suplementos.
Algunos nutrientes actúan como catalizadoras de todos los procesos fisiológicos de forma directa o indirecta y sufrir un déficit vitamínico puede dar lugar a diversas patologías, entre ellas la pérdida o debilitamiento del pelo, por ejemplo.
Los complejos vitamínicos específicos para el cabello combinan varias vitaminas: A, C, D, E y todas las de grupo B, además de minerales como el hierro, el selenio y el magnesio, ácidos grasos como los omega 3 y 6, y proteínas como el colágeno y la queratina, entre otras. Estas vitaminas se encuentran en cápsulas o comprimidos que permiten ingerir la dosis adecuada durante un tiempo específico. Algunas tienen un líquido interno que se puede aplicar directamente en el cuero cabelludo.
De igual forma, se deben tener en cuenta los suplementos dietéticos que aportan el nutriente que la persona no está consumiendo y de los que se obtienen resultados muy rápido. Al mismo tiempo, existen productos para el pelo que aportan las vitaminas necesarias como el champú de extractos naturales.
Por su parte, también existen múltiples alimentos que, gracias a su alto contenido en vitaminas, minerales y otros nutrientes, ayudan al mantener la salud del cabello. Entre ellos se destacan la zanahoria, la calabaza, el melocotón, el melón, el aguacate, las verduras de hojas verdes, las frutas cítricas, las legumbres, los frutos secos, los cereales, las semillas, huevos, leche y el pescado.
Cinco hábitos saludables para cuidar el cabello
Juliana Sánchez, directora médica de Mediarte, menciona cinco hábitos saludables que contribuyen a tenerlo mucho más sano.
“Actualmente el cuidado del pelo se ha convertido en un motivo de consulta frecuente en Mediarte. En nuestra cultura el elemento más preocupante ante cualquier anomalía del pelo es mayoritariamente estético y los hábitos de vida tienen una repercusión directa en la salud capilar, estos van a dividirse en dos grupos: hábitos generales y cuidados específicos del pelo” asegura Sánchez.
Actividad física
El deporte contribuye a la buena salud del pelo de tres formas esenciales, reduciendo la cantidad de cortisol (hormona del estrés) en sangre, manteniendo inalterados los proteoglicanos, determinantes para el ciclo del crecimiento adecuado del cabello.
Dormir bien
Un patrón de sueño regular con un promedio de 7-8 horas de descanso ayudarán a reducir el estrés químico y con esto la activación a respuesta inflamatoria y el deterioro en la integridad de la piel. Si el esquema de sueño se altera, existirán desequilibrios hormonales y aumentará la secreción de sebo, llegando así a condiciones patológicas del cuero cabelludo (picor, descamación, dermatitis).
Tomar agua diariamente
La ingesta diaria de agua en las cantidades adecuadas mantiene el pelo saludable. Evita que se vea áspero, sin brillo y la electricidad estática. Los requerimientos hídricos individuales van a fluctuar entre 30-35 ml por kg de peso.
No fumar
El tabaco genera cambios nocivos en el pelo tales como la pérdida de vitalidad, fragilidad y daño en la cutícula. Estos cambios se deben a la afección que existe en la microcirculación del folículo piloso que producen las micropartículas tóxicas contenidas en el humo, ya sea por aspiración o de forma pasiva.
Alimentación adecuada
Para cualquier proceso fisiológico la dieta es esencial, y para la salud capilar no es la excepción, el folículo piloso requiere una cantidad variada de minerales, proteínas y vitaminas que cumplirán un papel vital en el buen desarrollo y crecimiento del tallo piloso.
Estos hábitos saludables no solo son beneficiosos para el cabello sino para el cuerpo y la mente.