Un número significativo de personas acostumbra a empezar un nuevo año con varios propósitos, entre los que se destacan hacer ejercicio, levantarse más temprano o mejorar sus pautas alimenticias. Los profesionales de la salud, en su mayoría, coinciden al mencionar algunos conejos vitales para prevenir todo tipo de enfermedades.
Es primordial llevar un plan de alimentación sano y equilibrado que contenga alimentos de todos los grupos (proteínas, carbohidratos en su estado natural, frutas, verduras, grasas saludables y frutos secos). Las porciones que debe consumir cada paciente varía teniendo en cuenta su edad, su peso y sus condiciones de salud; el profesional idóneo para determinar dichas cantidades es el nutricionista.
Aparte de una buena alimentación, es necesario practicar actividad física con frecuencia, esta debe estar acorde con las condiciones físicas de cada persona. También es crucial evitar los episodios de estrés constantes y prolongados; además, de dormir las horas suficientes durante la noche, teniendo en cuenta la edad de cada paciente.
Consejos para mejorar los hábitos alimenticios
El portal de salud, belleza y cuidado personal Mejor con Salud brinda algunos consejos que garantizarán una mejor alimentación en este nuevo año que inicia.
- Limitar el consumo de azúcar: los productos empaquetados y ultraprocesados, en su mayoría, están cargados de este componente, el consumo elevado de esta sustancia aumenta el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes tipo 2. Para evitar su consumo, la idea es comer alimentos en su estado natural, a la hora de preparar postres se sugiere optar por productos saludables para endulzarlos; entre ellos se encuentran los dátiles. También es importante limitar o incluso excluir de la dieta el consumo de gaseosas y jugos industrializados.
- Evitar el consumo de alimentos ultraprocesados: estos productos afectan de manera directa la salud de todos los órganos del cuerpo; esto se debe a que contienen elevadas cantidades de azúcar añadido y de grasas trans, capaces de incrementar los niveles de inflamación. “Según un estudio publicado en la revista The American Journal of Clinical Nutrition, la ingesta regular de esta clase de alimentos se relaciona con una mayor incidencia de sobrepeso y de obesidad”.
- Realizar actividad física como mínimo 30 minutos diarios: esta es la mejor forma de prevenir el envejecimiento prematuro; además, de esta manera se garantiza la salud de todos los órganos del cuerpo.
- Incluir las frutas y verduras en la dieta: la Organización Mundial de Salud (OMS) recomienda consumir cinco porciones de este tipo de alimentos al día, lo que indica que las frutas deben estar presentes en el desayuno y las dos meriendas del día; por su parte, las verduras deben hacer presencia en los platos del almuerzo y la cena. La idea es variarlas para poder adquirir los nutrientes, vitaminas y antioxidantes de la mayoría, la recomendación es ingerirlas en su estado natural, ya que cuando se licúan, exprimen o procesan se le retira toda la fibra dejando solo la azúcar de la misma que aunque es natural, es nociva para la salud cuando se consume en exceso.
- Mantenerse hidratado: la mejor bebida para alcanzar este objetivo es el agua, los profesionales indican que las personas adultas deben consumir de seis a ocho vasos de agua al día, lo que equivale a dos litros; sin embargo, otros profesionales recomiendan consultar con un médico para que indique la cantidad exacta de agua que debe consumir cada paciente, ya que esto variara dependiendo del peso y la edad dela persona.
- Evitar picar entre comida: una cantidad significativa de personas acostumbra a comer de manera sana durante el almuerzo y la cena; sin embargo, sus excesos o el consumo de productos nocivos surge entre las comidas, por eso, es pertinente optar por consumir snacks saludables y en las porciones adecuadas.