Es importante seguir las recomendaciones médicas luego de recibir un diagnóstico de hipertensión. Una alimentación equilibrada es clave para regular esta afección y evitar complicaciones de salud.

Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señala que una cantidad insuficiente de potasio en la alimentación diaria es una de los factores de riesgo para tener presión arterial elevada. Por eso, una dieta balanceada es clave.

“El potasio ayuda a equilibrar la cantidad de sodio en las células. Un equilibrio adecuado de potasio es fundamental para mantener una buena salud del corazón. Si no obtienes suficiente potasio con tu dieta o pierdes demasiado potasio debido a la deshidratación u otras afecciones, el sodio puede acumularse en la sangre”, detalla la entidad de salud.

En su página web, la Alcaldía de Bogotá brinda algunas consejos para que personas con hipertensión tengan en cuenta al momento de elegir los alimentos. Incluir:

  • Leche, cuajada.
  • Yogures sin azúcar.
  • Carnes con menor cantidad de grasa.
  • Pescados.
  • Huevos.
  • Cereales sin azúcar.
  • Papa.
  • Legumbres.
  • Lentejas.
  • Garbanzos.
  • Verduras.
  • Frutas.
  • Infusiones naturales y zumos libres de azúcar.
  • Utilizar aceite de oliva, aceite de girasol, de maíz o soya.

Por su parte Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, recomienda la dieta DASH, Dietary Approaches to Stop Hypertension, la cual se enfoca en ayudar a disminuir la presión arterial elevada.

Aunque es una opción saludable debe ser consultada con un médico para verificar si es una opción adecuada para cada persona, teniendo en cuenta que cada cuerpo es diferente.

Esta dieta incluye alimentos que son más ricos en potasio, calcio y magnesio y más baja en sal que la alimentación diaria típica. Medline Plus menciona que las metas de la dieta DASH son:

  • Reducir el sodio a no más de 2,300 mg por día. Lo ideal es consumir solo 1,500 mg.
  • Disminuir la grasa saturada hasta el 6 % y la grasa total al 27 % de las calorías diarias. Es importante incluir productos lácteos bajos en grasa, pues pueden ser una opción saludable para bajar la presión arterial sistólica.
  • Al elegir grasas, que sean saludables como el aceite de oliva y el aceite de canola.
  • Elegir los granos integrales antes que los productos de harina blanca o pasta.
  • Consumir frutas y verduras frescas todos los días.
  • Comer nueces, semillas o legumbres (frijoles o guisantes) todos los días.
  • Elegir cantidades moderadas de proteína.
  • Disminuir los carbohidratos a 55 % de las calorías diarias.
  • Obtener al menos 30 gramos de fibra diariamente.

Causas

Existen dos tipos de presión arterial alta. En la hipertensión primaria, no hay una causa clara sobre por qué se desarrolla. Y la hipertensión secundaria, se debe a la presión arterial alta causada por otra enfermedad.

De acuerdo con Mayo Clinic, también existen algunos medicamentos que pueden provocarla, como las píldoras anticonceptivas, los antigripales, los descongestionantes, los analgésicos de venta libre y algunos medicamentos con receta médica.

La hipertensión es una enfermedad considerada como silenciosa, lo que significa que en la mayoría de los casos no causa síntomas. Cuando no se inicia un tratamiento oportuno y adecuado, se incrementa el riesgo de padecer enfermedades del corazón, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, problemas en los ojos, etc.

Algunos de los síntomas que pueden presentar estos pacientes pueden ser dolor de cabeza, dificultad para respirar o sangrado nasal, “estos signos y síntomas no son específicos y, por lo general, no se presentan hasta que dicho trastorno alcanza una etapa grave o potencialmente fatal”, destaca Mayo Clinic. Estas señales son claves para detectar la enfermedad a tiempo e iniciar un tratamiento oportuno.