A esta dieta se le conoce como el proceso de alimentación saludable o dieta restrictiva, la cual tiene varios objetivos como, por ejemplo, reducir medidas y prevenir enfermedades, entre otras.
No obstante, las dietas restrictivas son aquellas que obligan a eliminar alimentos con el fin de reducir medidas y se les conoce también como dietas “milagro”, pero son más las consecuencias negativas que positivas.
Dicho lo anterior, el diario español Mundo Deportivo reveló, en su sección de belleza, la dieta del limón, la cual tiene como objetivo que la persona pierda de dos a cuatro kilos por semana y para hacerla se debe tomar agua con limón en ayunas; de desayuno se debe consumir “una fruta poco calórica como pera, manzana, ciruela, naranja, fresas, con un vaso de leche desnatada o un yogur”.
A media mañana se come un puñado de frutos secos. En el almuerzo, alguna proteína que se cocina preferiblemente al horno o a la plancha, con verduras, esto debe estar acompañado de un vaso de agua con limón.
Finalmente, la última comida del día será una fruta poco calórica con té de limón y una porción de queso bajo en grasa.
De todos modos, hay que señalar varias cosas. Lo primero, antes de iniciar una dieta hay que consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.
Segundo, las dietas de una semana o días no son eficientes para bajar de peso, porque, de acuerdo con expertos en el tema, esto podría ocasionar efecto rebote (se recupera el peso perdido cuando se termina la dieta rápida). Asimismo, se puede ocasionar que la persona se estanque. Es decir, no sube ni baja de peso.
“Las personas que pierden peso rápidamente, en comparación con las que lo pierden lentamente, no obtienen ningún beneficio adicional para la salud y es la cantidad de peso perdido, en general, lo que puede tener un impacto”, señaló un estudio sobre el tema de la Universidad de York.
Asimismo, el estudio explica que es importante “buscar intervenciones que se centren en el control del peso a largo plazo y que puedan lograr una pérdida de peso sostenida de una a dos libras por semana”.
Tercero, las dietas restrictivas tienen efectos negativos para la salud, según el blog de salud de Mapfre, como por ejemplo:
Problemas de estreñimiento: es una afección en la cual la persona podría tener menos de tres evacuaciones a la semana; las heces son duras, secas o grumosas; la evacuación de las heces resulta difícil o dolorosa, o queda una sensación de que la evacuación no fue completa.
Alteraciones hormonales: ausencia de menstruación en especial en dietas bajas en grasa.
Hipotiroidismo: es una afección en la cual la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea.
Pérdida de masa muscular y proteínas viscerales: la falta de proteína podría generar esta afección.
Bajo rendimiento intelectual y físico: sin una buena alimentación, el cuerpo y el cerebro no tienen las vitaminas y minerales para funcionar de forma adecuada.
Mala relación con la comida: miedo por consumir alimentos que han sido “satanizados”.
Desmotivación y apatía: las dietas pueden producir falta de interés y adicional pueden ocasionar que se abandonen de forma rápida.
Aislamiento social: el temor de no consumir alimentos por miedo a subir de peso pueden ocasionar que se evite el relacionamiento con las personas.
Sentimientos de frustración, depresión y ansiedad: “al llevar a cabo este tipo de dietas se produce un ciclo reiterado de pérdida de peso, seguida de un posterior efecto rebote, hecho que puede llegar a ser adictivo y frustrante a la vez.”, explicó Mapfre.
Finalmente, la dieta del limón no se puede realizar por más de siete días. Por tal razón, los expertos aseguran que para ver cambios hay que hacer pequeñas modificaciones diarias en la alimentación y en el cuidado físico, como hacer ejercicio, ya que la constancia es un factor clave para lograr resultados.