Los alimentos que una persona consume cada día no solo afectan o benefician su salud física, sino también sus funciones cognitivas. Para que el cerebro y el resto del organismo funcionen correctamente es necesario mantener una dieta variada, equilibrada y saludable.

El cerebro necesita una ingesta de todos los grupos de vitaminas para funcionar de manera correcta. Además, es conveniente evitar el consumo de productos que pueden ser perjudiciales, como el alcohol o el tabaco, para proteger las funciones cerebrales.

En este sentido, se pueden incorporar a la dieta alimentos que ayudan a mejorar la memoria y la concentración, y a prevenir a largo plazo determinadas enfermedades neurodegenerativas, indica el portal Psicología y Mente.

En este listado se pueden incluir arándanos, pescado azul, frutos secos, verduras, aguacates, café, nueces y aceite de coco, entre otros. Estas son algunas de las razones por las que es recomendado su consumo.

Pescado azul

Es fuente de fósforo, que forma parte indispensable de las membranas de las neuronas. También es rico en omega 3. Según una publicación de la revista Muy Interesante, está demostrado que el consumo de pescado influye en aspectos como la memoria, el aprendizaje y la inteligencia. El consumo de pescado debe ser superior al consumo de carne y lo ideal es incluir el pescado azul como el atún, salmón y trucha.

Un estudio publicado en la revista Journal of Alzheimer’s Disease demuestra que un suplemento de omega 3 tiene efectos positivos en la función cerebral de la memoria en adultos sanos de avanzada edad. Además del pescado, existen otros alimentos con un gran aporte en estos ácidos grasos, como las semillas de lino y de chía, las nueces o el aguacate.

Aguacate

El portal Psicología y Mente indica que los aguacates son una de las frutas más saludables y ayudan a mejorar las funciones cognitivas. Aunque tienen un alto contenido de grasas, es importante saber que estas son monoinsaturadas, las cuales mantienen en su lugar los niveles de azúcar en la sangre. Estas grasas ayudan a reducir la presión arterial.

Además, contienen ácido fólico, que ayuda al organismo a mantener y crear nuevas células, y vitamina K, esencial para prevenir los coágulos sanguíneos en el cerebro y mantener los huesos fuertes. Además, los aguacates son ricos en vitaminas B y C.

Los frutos rojos

Los arándanos, las moras, las fresas o las frambuesas tienen un alto nivel de antioxidantes que ayudan a prevenir el envejecimiento de las células cerebrales. Según un trabajo de la Universidad de Boston, publicado en The British Journal of Nutrition, consumir estos frutos mejora las capacidades cognitivas y, sobre todo, la memoria.

Nueces

Su consumo es recomendable, ya que contienen gran cantidad de ácidos grasos omega 3 y antioxidantes. Se ha sugerido que una mayor ingesta de este alimento está relacionada con una mejor función cerebral en la edad avanzada.

Además, son buena una fuente de vitamina E, un potente antioxidante que protege a las células del estrés oxidativo causado por los radicales libres y cuyos efectos podrían contribuir a mejorar la cognición y a reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

Verduras de hoja verde

Las coles de Bruselas, el brócoli o las espinacas contienen vitamina A, vitaminas del grupo B y antioxidantes que ayudan al buen funcionamiento de la memoria y aumentan la longevidad. Entre sus antioxidantes se encuentran los flavonoides y sulforafanos que tienen propiedades neuroprotectoras y anticancerígenas.

Las verduras, en general, deben estar presentes al menos en dos raciones al día, alternando entre todas sus variedades aunque puede darse más importancia a las anteriormente mencionadas. Para aprovechar todos sus nutrientes, se recomienda consumirlas al vapor o incluso crudas.

Alimentos integrales

El ácido fólico y la vitamina B6 que contienen los alimentos integrales ayudan a mantener en forma el cerebro. Gracias al aporte de fibra, se controla el nivel de azúcar y colesterol en la sangre, que son parámetros de la salud cerebral.

Estos alimentos ayudan a mejorar la concentración y el rendimiento en etapas de esfuerzo mental y combaten el estrés. Según la revista Muy Interesante, se aconseja que la alimentación esté basada en alimentos integrales en detrimento de los refinados. Deben suponer alrededor de 50 % de la dieta diaria de una persona.