El hígado cumple un papel fundamental en el organismo. Se encarga de eliminar toxinas, almacenar nutrientes y digerir grasas. Trabaja en la depuración de la sangre y ayuda a eliminar sustancias químicas nocivas y bacterias, a la vez que crea la bilis que se encarga de descomponer las grasas y es útil en la asimilación de vitaminas liposolubles.
Por esta razón, su cuidado es determinante para mantener una adecuada condición de salud. Una de las mejores formas de hacerlo es seguir una dieta equilibrada y baja en grasas, debiendo incluir alimentos que sean hepatoprotectores como el limón y la cúrcuma, por ejemplo, asegura el portal de salud, Tua Saúde.
Asimismo, es importante aumentar el consumo de agua y evitar la ingesta de bebidas alcohólicas, debido a que el alcohol es metabolizado por este órgano y su ingesta en exceso favorece su inflamación. Para cuidarlo y desintoxicarlo se debe aumentar el consumo de frutas y vegetales, ya que son alimentos ricos en antioxidantes y fibras que ayudan a controlar el azúcar en la sangre y a disminuir la absorción de colesterol a nivel del intestino.
Asimismo, las proteínas deben ser bajas en grasa, pudiendo consumirse leche descremada, yogures naturales y quesos blancos bajos en grasa. Se debe preferir el consumo de huevos, pescados, pollo y pavo sin piel. Es posible utilizar una cucharadita de aceite de oliva crudo a las comidas, de manera que mantenga sus propiedades y proporcione sus beneficios.
Alimentos infaltables
Es variada la lista de alimentos que no deben faltar en la dieta si se trata de limpiar y mantener sano el hígado. Estos son algunos de ellos:
- Verduras de hojas verdes: Los altos niveles de clorofila y antioxidantes convierten a estos alimentos en aliados clave en la preservación de unas buenas condiciones del hígado. Por esta razón, es recomendable incluirlos en sopas, guisos y ensaladas, entre otros platos.
- Cítricos: La toronja, el limón y las naranjas son cítricos con alto contenido de antioxidantes que ayudan al hígado a eliminar las sustancias tóxicas y cancerígenas y a neutralizar los radicales libres causantes del envejecimiento celular, según la red peruana de centros de salud Auna.
- Manzana: Esta fruta contiene pectina, una fibra natural que al entrar en contacto con el agua se transforma en gel facilitando la expulsión de metales pesados del cuerpo y ayudando a limpiar el hígado.
- Cúrcuma: Esta especia posee propiedades antiinflamatorias y desintoxicantes que favorecen el proceso de eliminación de las toxinas y elementos cancerígenos del hígado.
- Ajo: Entre sus componentes se encuentran la alicina y el selenio. Estos elementos hacen que las enzimas hepáticas se activen y promuevan la limpieza natural de las toxinas del cuerpo. Una publicación de Basic & Clinical Pharmacology & Toxicology destaca que los compuestos de azufre del ajo protegen los órganos contra los efectos de los metales pesados presentes en la sangre.
Repollo: Consumir este producto con frecuencia ayuda a estimular las funciones hepáticas; esto resulta fundamental para eliminar las toxinas que le causan daño al organismo. Las verduras crucíferas, en general, cuentan con una gran cantidad de compuestos antioxidantes capaces de neutralizar la formación de radicales libres, aliviando así la presión del hígado y la inflamación del mismo.
- Aguacate: Un consumo frecuente de esta fruta ayuda a mantener el hígado sano, ya que es rica en nutrientes y favorece la producción de glutatión, sustancia que es el principal antioxidante de las células, ya que contribuye a protegerlas de las especies reactivas del oxígeno, como los peróxidos y los radicales libres, indica el portal Mejor con Salud.
Té verde: Esta bebida favorece la salud del hígado, ya que las catequinas ayudan a proteger el cuerpo de los radicales libres que causan daño celular e inflamación. Así lo indica un estudio publicado en Journal of Agricultural and Food Chemistry.
La recomendación de los especialistas es que para limpiar el hígado, los alimentos deben ser preparados a la plancha, sancochados o al horno y con pocos condimentos, pudiendo utilizarse hierbas o alimentos naturales ricos en antioxidantes para darle sabor a las comidas, como por ejemplo ajo, orégano, romero, cúrcuma, perejil, cilantro, canela y cebolla para darles sabor.