Expertos aseguran que no existe un alimento o remedio milagroso para las enfermedades neurológicas, pero llevar una dieta sana y equilibrada, practicar actividad física de manera regular y tomar entre dos y tres litros de agua diaria puede ayudar a evitar todo tipo de enfermedades, incluyendo las que están relacionadas con el cerebro.
El doctor Gurutz Linazasoro, portavoz de la Sociedad Española de Neurología (SEN), le dijo BBC Mundo que “la alimentación es uno de los pocos factores de riesgo de enfermedades neurológicas que está en nuestras manos modificar y controlar”.
Consumir grasas y azúcar en exceso puede afectar la salud del cerebro a largo plazo. Es por esto que Linazasoro enfatiza en que “el patrón dietético que más se ha estudiado es la dieta mediterránea. Se sabe que disminuye el riesgo de padecer alzhéimer y párkinson, también disminuye el de sufrir enfermedades cardiovasculares y reduce el riesgo de obesidad, que indirectamente también induce sobre la salud cardiovascular”.
La dieta mediterránea incluye muchos vegetales, frutas, legumbres, cereales y productos ricos en carbohidratos saludables como el pan, la pasta y el arroz integral. También contiene cantidades moderadas de pescado, carnes magras blancas y algunos productos lácteos.
El portal web Goconqr asegura que algunos alimentos ayudan a mejorar las capacidades cognitivas, generando que las personas se mantengan más activas y concentradas. Además, estos productos pueden ayudar a mejorar la conexión de las neuronas:
Huevos
Este alimento de origen animal contiene colina, compuesto que ayuda a fortalecer las conexiones entre neuronas. Otros alimentos que tiene un alto contenido de colina son el germen de trigo, el brócoli y el repollo.
Remolacha
Esta verdura tiene un alto contenido de monofosfato de uridina, que ayuda a mejorar las habilidades cognitivas.
Pescados ricos en omega-3
Pescados como el salmón, las sardinas, el atún o las anchoas son ricos en ácido docosahexaenoico (DHA), un ácido graso esencial poliinsaturado de la serie omega-3 que mejora los procesos cognitivos.
Zanahoria
Esta hortaliza tiene un alto contenido de un antioxidante llamado betacaroteno que ayuda a mejorar la memoria.
Almendras
Este fruto seco contiene fenilalanina y riboflevina, componentes que favorecen la buena salud y el buen funcionamiento del cerebro. También son buenos para la memoria.
Coliflor
El coliflor, el hígado, los cacahuates y la soja son algunos alimentos que estimulan la creación de acetilcolina, un neurotransmisor que regula las actividades del cerebro relacionadas con la atención, la memoria y el aprendizaje.
Arroz
El arroz, los cereales, las legumbres y la pasta tienen el nutriente energético más utilizado por el cerebro, la glucosa.
Cereales
Los cereales tienen un alto contenido de vitamina B, componente esencial para la buena salud del cerebro.
Arándanos
Gracias a su alto contenido en antioxidantes y potasio, estos frutos ayudan a proteger la memoria y el cerebro.
Té verde
Gracias la cafeína que contiene, esta bebida aporta energía al cuerpo y mejora la concentración siempre y cuando no se exceda su consumo.
Enemigos de la buena salud del cerebro
Hay carbohidratos saludables y no saludables. Los buenos aportan minerales y vitaminas esenciales para el organismo debido a que son una fuente importante de fibra. Estos se destacan por ser absorbidos lentamente, por lo que evitan picos altos de azúcar en la sangre; además, se caracterizan por generar satisfacción y saciedad. Algunos son: tubérculos, legumbres, avena, nueces, maíz, cereales integrales y quinoa.
Los carbohidratos malos o simples se encuentran generalmente en alimentos procesados y refinados, carecen de valor nutricional y fibra, y aportan muchas calorías. Algunos de estos alimentos son: productos procesados como galletas, pasteles, dulces, papas fritas, pan blanco, bebidas con un alto contenido de azúcar y alcohol; así lo aseguró el portal web Mi Farma.
Linazasoro aseguró que “no existen alimentos milagrosos ni dietas milagrosas, pero sí hay los que son enemigos para el cerebro, como la sal, el azúcar y las grasas trans”.