La noche es el momento en el que por naturaleza el cuerpo pide el descanso adecuado, después de un día de diversas actividades. Dicha necesidad de descanso requiere ser acompañada de una alimentación adecuada para que el organismo no deba digerir más de su capacidad a altas horas de la noche o en la madrugada.
Algunas personas optan por cenas compuestas por comida abundante, casi similar a la porción de un almuerzo, otras prefieren una fruta o alguna preparación liviana, también está el caso de aquellos que no consumen ningún alimento horas antes de ir a dormir.
Los expertos concuerdan en que ninguna de las tres comidas principales del día (el desayuno, almuerzo y cena) se deben saltar, sin embargo, analizando a profundidad la última de las tres comidas que corresponde al horario nocturno, debe ser ligera. Es importante señalar que “ligero” no significa que la porción de alimento deba ser mínima.
Según el portal Saber Vivir, el número de calorías que se ingieren en la noche puede definir la calidad de descanso que se llegará a tener horas después, así como el nivel de provecho que el cuerpo le podrá sacar a la cena.
“En una dieta que incluya 2.500 kcal, la cena debería representar el 25 %, lo que suponen 625 Kcal. Ahora bien, no se trata solo del número de calorías que ingerimos, el quid de la cuestión es elegir el tipo de proteínas, grasas e hidratos de carbono más convenientes para incluir en la cena”, señala el portal especializado en estilo de vida.
Hay alimentos que por sus componentes caen perfecto en el día, pero no son recomendados para consumir en horas de la noche, ya que sus propiedades pueden ir en contra vía de las necesidades que el cuerpo humano tenga en el horario nocturno.
Un ejemplo de ello es el café, al ser un estimulante es capaz de poner en actividad extra al cuerpo, es decir, si se está en el hogar a punto de ir a descansar a la cama, no es conveniente tomar café, ya que sin duda tendrá dificultades para conciliar el sueño. Si no se logró un descanso reparador, tendrá un largo día de trabajo, eso generará un desgaste que es mejor evitar.
También se encuentran en este grupo de los no recomendados los alimentos diuréticos, como las alcachofas, al ser consumidas no habrá problema, pero casi que se garantiza que el cuerpo tendrá la necesidad de ir al baño a altas horas de la noche, lo cual interrumpirá su descanso abruptamente.
El queso es otro alimento no recomendado para incluir en la cena, al ser ricos en grasa van a incrementar la posibilidad de una pesadez, lo que puede derivar en dificultad para conciliar el sueño, pesadillas o una parada en la madrugada para ir al baño. Si es inevitable el consumo de queso en la noche, lo recomendable es que sea bajo en grasa.
Evite el consumo de carnes rojas en la noche, al contener porcentajes altos de proteína también dificulta la digestión nocturna, lo que puede llevar a problemas de insomnio. También contiene grasas saturadas, ello puede causar la reducción en la cantidad de hormona encargada del estado de ánimo.
Para los fans del chocolate también se recomienda no ser consumidos en la noche, a menos de que sea una porción muy pequeña. Si se excede más de tres onzas se pueden tener problemas con el proceso digestivo, lo que su vez desequilibra el descanso.
Algunos de los alimentos que si están recomendados para incluir en la cena se encuentra el pavo y verduras al horno, calabacín relleno de espinacas, crema de calabacín y las verduras al vapor con tiras o dados de pollo.