Con el paso de los años, conciliar el sueño se ha convertido en un gran desafío para muchas personas. Según el Manual MSD, cerca de un 10% de los adultos sufren insomnio de larga duración (crónico) y aproximadamente entre el 30 y el 50% lo padecen de vez en cuando.
De este modo, cuando el sueño está alterado, la persona afectada no puede funcionar normalmente durante el día. Cabe mencionar que el número de horas total de sueño necesarias varían mucho de una persona a otra; no obstante, la media general oscila entre siete y ocho horas y media.
De acuerdo con el Instituto del Sueño, el insomnio puede causar enfermedades metabólicas y hormonales, neurológicas, reumáticas, cardiovasculares y todas aquellas que pueden causar dolor (cefaleas, fibromialgia, etc.).
Así mismo, asegura que se pueden desarrollar enfermedades psiquiátricas, entre ellas, ansiedad crónica, depresión y esquizofrenia.
Para romper este mal hábito, es importante cambiar los factores que contribuyan a perpetuar el insomnio, esto quiere decir que se deben cambiar los pensamientos erróneos que aumentan la preocupación y, a su vez, reducir la elevada activación emocional.
Así mismo, existen otras técnicas naturales que permiten tener una buena higiene del sueño; se trata de la aromaterapia, la cual propone recurrir a aceites esenciales para relajarse y poder conciliar el sueño. Estas esencias se pueden utilizar durante el día o por la noche, mediante un masaje o en difusor en la habitación.
La revista Cuerpo y Mente da a conocer algunos aceites esenciales que se pueden incorporar a una rutina sencilla para conciliar el sueño.
Estos aceites esenciales también se pueden usar en un baño aromático dos o tres veces por semana e, incluso, tomar unas gotas de aromaterapia antes de dormir.
- Aceite esencial de lavanda: esta esencia se destaca por sus propiedades relajantes y sedantes, por lo cual permiten combatir el insomnio y calmar la ansiedad. Expertos recomiendan utilizar esta esencia en un difusor antes de dormir o impregnar una pequeña cantidad en la almohada.
- Aceite esencial de ylang ylang: este aceite tiene un aroma embriagador y, por su acción relajante, ayuda a recuperar el equilibrio emocional en momentos de inquietud, estrés y ansiedad.
- Aceite esencial de naranjo amargo: este también se conoce como aceite esencial de azahar. Gracias a sus propiedades ansiolíticas y antidepresivos, permite relajar el cuerpo y conciliar el sueño de manera rápida.
- Aceite esencial de palo de ho: contiene linalol, una molécula de acción ansiolítica que ayuda a combatir el estrés, que es la causa principal y habitual del insomnio.
- Aceite esencial de mandarina: este es un aceite suave que se extrae de la cáscara de la mandarina. Es un gran calmante nervioso y tiene una particularidad que no tienen otros cítricos, ya que este posee una pequeña cantidad de antranilato de metilo, una molécula de efecto sedante.
- Aceite esencial de geranio de Egipto: por sus propiedades antiinflamatorias es un repelente de mosquitos y, a su vez, funciona como un relajante natural.
Cuerpo y Mente también recomienda usar estas esencias por medio de un baño aromático, por lo que debe preparar las sales relajantes para el baño utilizando algún aceite esencial. Luego debe mezclarlos y permanecer en el baño unos 20 minutos y luego humedezca con otra esencia la almohada.
A esta práctica se deben agregar conductas que permitan el cambio de pensamientos negativos y la reducción de activación antes de dormir. El Instituto del Sueño aconseja lo siguiente:
- Regular la hora de acostarse y levantarse: es frecuente que las personas que sufren de insomnio duerman hasta tarde por la mañana, de este modo es esencial establecer las horas para despertarse e ir a la cama. Así mismo, es fundamental eliminar las siestas durante el día.
- Reducir las actividades que interfieran con el sueño: el objetivo es asociar la cama, la hora de acostarse y el entorno del dormitorio con la sensación de relajación y sueño. Para lograrlo, hay que acostarse únicamente cuando se tenga sueño y, si no se logra dormir después de 10 a 15 minutos, levantarse de la cama, relajarse de otro modo y volver a la cama únicamente cuando se tenga sueño.