“Los divertículos son bolsas abultadas y pequeñas que se pueden formar en el revestimiento del sistema digestivo”, describe Mayo Clinic, los cuales suelen encontrarse en la parte inferior del intestino grueso: el colon. Explica que los divertículos son comunes, en especial en la personas mayores de 40 años, y muy contadas veces causan problemas.
La entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación destaca que la presencia de divertículos es conocida como diverticulosis, mientras que “cuando una o más de las bolsas se inflaman, y en algunos casos se infectan, esa afección se conoce como diverticulitis”. Agrega que la diverticulitis leve puede ser tratada con reposo, cambios en la alimentación y antibióticos, y en el caso de la diverticulitis grave o recurrente, la cirugía puede ser necesaria.
Un dolor que puede ser constante y que suele sentirse en la parte inferior izquierda del abdomen o, a veces, puede ser más intenso en la parte inferior derecha del abdomen, en especial en personas de ascendencia asiática es uno de los síntomas más prominentes de la diverticulitis. Náuseas y vómitos, fiebre, sensibilidad abdominal y estreñimiento o, con menos frecuencia, diarrea, son otros de los signos y síntomas que se pueden presentar.
Una dieta baja en fibra combinada con un alto consumo de grasa animal parece aumentar el riesgo de desarrollar esta enfermedad, aunque la entidad aclara que el papel de la baja fibra por sí sola no está claro del todo.
¿Qué alimentos evitar?
Investigadores de la Universidad de Monash (Australia) crearon el acrónimo FODMAP para los alimentos ricos en Fermentable Oligo, Di, Monosaccharides And Polyol (oligo, di, monosacáridos y polioles fermentables).
De este modo nació la dieta FODMAP, ampliamente utilizada para el tratamiento de las personas con el síndrome del colon irritable y que podría surtir efectos positivos para el manejo de otras enfermedades de índole gastrointestinal como es el caso de la diverticulitis, la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn.
Iria Quintáns, dietista - nutricionista del Centro de Nutrición y Psiconutrición Júlia Farré, ubicado en España, explica que esta dieta hace referencia “a un grupo de carbohidratos de cadena corta y polioles que no se digieren totalmente en el intestino delgado, llegando hasta el colon”. En ese sentido, reseña que cuando estos alimentos llegan al intestino grueso sirven de alimento “para las bacterias que lo habitan (microbiota intestinal). De esta manera se produce la fermentación y liberación de gases, causando síntomas en algunas personas como pueden ser gases, hinchazón y dolor abdominal, diarrea o estreñimiento”.
Por lo anterior, hay nutricionistas que recomiendan seguir una dieta baja en FODMAP para el tratamiento de las afecciones ya mencionadas. Quintáns enumera una serie de alimentos que contienen FODMAPs en cantidades moderadas y altas, con base en los datos ofrecidos por la Universidad de Monash:
- Frutas: Manzana, pera, nectarina, melocotón, albaricoque, caqui, chirimoya, cereza, mora, sandía, membrillo, granada, mango, ciruela, arándano, frambuesa, higo, breva, aguacate. Fruta en almíbar o fruta seca.
- Verduras y hortalizas: Coles, ajo, cebolla, puerro, hinojo, espárrago, alcachofa, seta, calabaza, tirabeques, tomate seco.
- Leche y derivados: Aquellos que contengan lactosa (disacárido) o azúcares/ edulcorantes ricos en FODMAPs.
- Cereales: Trigo, cebada, centeno, kamut, triticale, lúpulo, malta, amaranto, bulgur, maíz (mazorca).
- Legumbres y proteínas vegetales: Tofu sedoso, lenteja, garbanzo, alubia, haba, soja.
- Bebidas vegetales: Bebida de soja (habas de soja) y cualquiera que contenga azúcares o edulcorantes ricos en FODMAP.
- Frutos secos y semillas: Almendra, anacardo, avellana, pistacho.
- Grasas: Cremas de frutos secos y cremas de semillas ricas en FODMAPs.
- Azúcares y edulcorantes: Manitol (E421), Sorbitol (E420), Xilitol (E967), Isomalt (E953), miel, melaza, sirope de ágave, jarabe de maíz, fructosa, polioles, polialcoholes.
Se trata de un listado alimentos que reseña la dieta FODMAP y que, en lo posible, podrían ser evitados por los pacientes diagnosticados con diverticulitis en el colon. No obstante, Quintáns hace la salvedad que “cada persona puede mostrar diferente sensibilidad” a estos productos. “Por ello, es fundamental el acompañamiento con una Dietista-Nutricionista. De esta manera, podrá ayudarte a reconocer qué FODMAPs contribuyen en mayor o menor medida a la sintomatología que estás presentando”, indica la dietista - nutricionista del Centro de Nutrición y Psiconutrición, Júlia Farré.