Se cree que los niños son los más afectados con el divorcio, pero un estudio encontró que los hijos adultos también sufren cuando sus padres deciden separarse. Este fenómeno es cada vez más frecuente debido a la revolución del divorcio gris, que se da por el aumento de matrimonios que se disuelven después de los 50 años. Susan L. Brown, profesora de sociología de la Universidad de Bowling Green, publicó en un estudio que muchos adultos hoy cargan con conflictos emocionales derivados de la ruptura de sus padres. Esto influye en sus propias relaciones y en algunos casos genera dudas sobre casarse, tener hijos y cómo mantener una relación sana.