El dolor articular puede ser causado por diversos tipos de lesiones o afecciones. Por ejemplo, puede estar relacionado con artritis, bursitis y dolor muscular.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que algunos factores que pueden causar dolor articular son las enfermedades autoinmunitarias como la artritis reumatoidea y el lupus, además de la bursitis y el depósito de cristales en la articulación.
En estas molestias también pueden incidir las infecciones causadas por un virus, una fractura, osteoartritis, osteomielitis (infección del hueso), artritis séptica (infección articular), tendinitis y el esfuerzo o sobrecarga inusual, lo que incluye distensión muscular o esguinces.
De acuerdo con los expertos, cuando el dolor articular no es ocasionado por artritis, tanto el reposo como el ejercicio son importantes y pueden ayudar a aliviar la molestia. Se deben utilizar baños tibios, masajes y ejercicios de estiramiento con la mayor frecuencia posible.
El acetaminofén también puede ayudar a que el dolor mejore y los medicamentos antiinflamatorios, no esteroides (AINE), como ibuprofeno o naproxeno pueden aliviar el dolor y la inflamación, siempre con asesoría de un médico.
Sin embargo, también existen algunos remedios antiinflamatorios caseros que pueden ayudar a mejorar la condición generada por este molesto dolor. Estos son algunos de ellos.
Romero
Esta es una hierba aromática y medicinal muy utilizada en la dieta mediterránea, ya que aporta un sabor característico a los platos. Además, es muy utilizada en todo tipo de remedios caseros y es recomendada para aliviar dolores articulares.
Esto se debe, según el portal Mejor con Salud, a que en su composición dispone de ácido ursólico. Este componente combate las inflamaciones que se producen alrededor de los cartílagos o en las articulaciones de las manos y las rodillas.
Para preparar el remedio se requiere de 200 gramos de romero y dos vasos de agua. Se pone a hervir el agua y luego se añaden las ramitas de romero para que se destilen las propiedades a lo largo de 20 minutos. Pasado ese tiempo, se deja reposar. La recomendación es tomar dos tazas al día.
Cola de caballo
El portal Nutrición y Farmacia indica que se trata de una planta que ha demostrado ser un antiinflamatorio seguro y eficaz que, unido a sus virtudes depurativas y desintoxicantes, se ha convertido en una solución natural para mediar en enfermedades reumáticas, artritis, artrosis y gota, pues ayuda a eliminar los excesos de ácido úrico y urea. Adicionalmente, dado que actúa como un diurético potente, suele indicarse para la eliminación de toxinas alojadas en el hígado y los riñones. Puede prepararse en infusión.
Cúrcuma
Esta especia, originaria de Asia, tiene propiedades antiinflamatorias, analgésicas y antioxidantes. Por ello, combate adecuadamente los procesos infecciosos del cuerpo, asegura en su página web la Liga Reumatológica Catalana. Para obtener sus beneficios se puede preparar una infusión para la cual se requiere una cucharada de cúrcuma, tres tazas de agua y tres cucharadas de miel.
Se pone el agua al fuego y cuando está a punto de ebullición, se añade la cucharada de cúrcuma y se deja hervir durante 10 minutos, se cuela y se adicionan la miel. Se puede tomar en varias oportunidades durante el día.
Jengibre
Esta raíz medicinal es uno de los mejores antiinflamatorios naturales, muy adecuado también para tratar los procesos relacionados con el dolor articular. Para consumirlo y obtener sus beneficios se puede preparar una infusión.
Se usan 200 gramos de raíz de jengibre rallada, dos vasos de agua y dos cucharadas de miel. Cuando el agua está hirviendo se añade el jengibre para que se haga una cocción durante 20 minutos. Pasado ese tiempo se deja que repose 10 minutos y luego se cuela. Posteriormente se adiciona la miel, un ingrediente imprescindible en este tipo de remedios ya que, gracias a sus propiedades, también contribuye a aliviar el dolor articular. Lo ideal es consumir dos tazas al día.
Linaza
Las semillas de lino o linaza son adecuadas para tratar el dolor articular por su composición a base de omega-3 de origen natural. Esto permite reforzar el sistema inmunológico y es un producto que le ayuda al cuerpo a combatir esas infecciones que se crean alrededor de las articulaciones.
La recomendación es tomar dos cucharadas diarias (unos 40 gramos). Se pueden consumir de forma natural o añadiéndolas en las ensaladas. No se deben cocinar porque se pierde gran parte de ese omega-3 y, además, genera dificultades en el proceso digestivo.