El dolor de espalda se ha convertido en uno de los problemas médicos más comunes y afecta a ocho de cada 10 personas en algún momento de sus vidas, según la biblioteca médica MedlinePlus.
Es una afección que puede variar desde un dolor sordo y constante, hasta uno súbito e intenso. El dolor de espalda agudo aparece repentinamente y suele durar algunos días o semanas, mientras que el crónico puede durar más de tres meses.
“El dolor de espalda puede variar desde un dolor muscular hasta una sensación de ardor o dolor muy agudo o punzante. Además, el dolor puede propagarse por la pierna o empeorar cuando la persona se inclina hacia adelante, gira, levanta un objeto, se para o camina”, describe el instituto de investigación clínica Mayo Clinic.
Los expertos aseguran que la mayoría de los dolores de espalda desaparecen espontáneamente, aunque pueden demorar algún tiempo y los analgésicos de venta libre y el reposo pueden ayudar a aliviarlo. Sin embargo, permanecer en la cama por más de uno o dos días puede empeorarlo.
Según MedlinePlus, si el dolor de espalda es severo o no mejora luego de tres días, lo mejor es consultar al médico. También se debe buscar atención de un especialista si se presenta dolor después de una lesión.
Los analgésicos de venta libre como ibuprofeno o paracetamol pueden ayudar a aliviar el dolor. Sin embargo, no todas las personas los pueden consumir, por lo que también hay remedios caseros que pueden ayudar a minimizar las afectaciones causadas por esta situación, según indica el portal especializado Medical News Today.
1. Ejercicio permanente. Si bien puede ser difícil levantarse y moverse cuando se tiene dolor de espalda, una caminata corta, yoga, ejercicios acuáticos u otra actividad de bajo impacto suelen ayudar a aliviar el dolor de espalda. Estas actividades pueden ayudar a aflojar los músculos tensos y liberar endorfinas, que son los analgésicos naturales del cerebro. El ejercicio regular puede prevenir futuros episodios de dolor de espalda que se deben a músculos tensos.
2. Usa calor y frío. Los estudios muestran que el calor y el frío son formas efectivas de aliviar las molestias que se producen en la espalda. El hielo genera un mayor efecto cuando se usa directamente después de una lesión, como una torcedura. Aplicar una bolsa de hielo envuelta en una toalla directamente en la espalda puede reducir la inflamación. El frío también puede proporcionar un efecto adormecedor para el dolor de espalda intenso y repentino. Una almohadilla térmica también puede aliviar los músculos rígidos o adoloridos, sin embargo, es importante vigilar bien la temperatura para no causar otro tipo de afectaciones.
3. Estiramientos. Realizar estiramientos también es otra opción para ayudar a aliviar el dolor de espalda. Por ejemplo, tocar los pies: además de estirar los tendones, inclinarse hacia adelante para llegar a los dedos de los pies ayudará a aflojar los músculos de la espalda baja.
Otra alternativa es acostarse boca abajo, con las manos hacia abajo junto a los hombros, levanta suavemente el pecho para que la parte superior de la cabeza apunte hacia el techo. Sentarse sobre los talones con las rodillas separadas a lo ancho de la cadera, inclinarse hacia adelante para colocar la cabeza en el suelo, estirando los brazos delante de la cabeza, también ayuda.