Afecciones como la artritis, el Alzheimer e infecciones urinarias, son tres de muchos problemas de salud, que el género femenino debe afrontar, sin estar los hombres exentos a ellos.
Por ejemplo, de acuerdo con la Clínica Mayo, la artritis es “la hinchazón y la sensibilidad de una o más articulaciones”, donde los tipos más frecuentes son la artrosis y la reumatoide que afecta más a las mujeres que a los hombres, siendo estos en su mayoría diagnosticados con gota, otra clase de artritis que se desarrolla cuando el ácido úrico se deposita en la sangre, provocando dolores.
“La artritis reumatoide puede originarle un cansancio inusual, fiebres esporádicas y pérdida del apetito. También puede causar otros problemas médicos en el corazón, los pulmones, la sangre, los nervios, los ojos y la piel”, señala el Instituto Nacional de Artritis t Enfermedades Muscoesqueléticas y de la Piel (NIH).
Lo mismo ocurre con el Alzheimer, que de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), “las mujeres se ven afectadas de forma desproporcionada. En la Región de las Américas, el 66 % de las muertes por Alzheimer y otras formas de demencia son mujeres”, ¿por qué?
Según una publicación de la Harvard Medical School, una de las razones principales de que las mujeres sean más propensas a desarrollar Alzheimer es porque tienen probabilidades de vivir más que el género masculino, por lo menos cinco años, y aunque no solo se relaciona con el envejecimiento, Harvard precisa que cuando una persona vive más, incrementa la posibilidad de desarrollar Alzheimer.
Sin embargo, otro problema de salud que afecta a las mujeres es el cáncer de cuello uterino, que según el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS) es una enfermedad causada por el virus del papiloma humano (VPH) .
Cáncer de cuello uterino
Aunque el cáncer de cuello uterino no es uno de los más comunes como el de pulmón, próstata, mama, y colorrectal (según la Organización Mundial de la Salud,OMS), sí es un cáncer que aqueja a las mujeres que “se produce en las células del cuello uterino, la parte inferior del útero que se conecta a la vagina”.
Los síntomas más relevantes en el inicio de este tipo de cáncer es el sangrado vaginal, el dolor durante las relaciones sexuales, incluso el flujo vaginal con sangre que tiene un olor desagradable.
Sin embargo, el NHS asegura que el dolor en la parte inferior de la espalda entre el abdomen y la pelvis es un síntoma al que se le debe prestar atención, ya que no siempre se asocia con esta afección.
Es entonces que uno de los factores de riesgo que determinan la posibilidad del desarrollo de un tipo de cáncer como el cervical -como también es conocido- es que una mujer inicie su vida sexual a temprana edad, porque es ahí en donde puede contraer el virus de papiloma humano.
También se debe tener en cuenta que la cantidad de parejas sexuales que tiene una pareja, influye en el aumento o disminución del riesgo de este cáncer.
La Clínica Mayo indica que el consumo de tabaco también induce a un posible cáncer de cuello uterino, más exactamente de células escamosas. Por ende, menciona que los dos tipos de cáncer cervical más comunes son el adenocarcinoma y el carcinoma epidermoide.
Es importante entender que los síntomas ya descritos no necesariamente son resultado de un cáncer de cuello uterino, sino que pueden presentarse por otra afección subyacente, sin embargo, esto lo determinará un médico, que hará un previo diagnóstico para contrarrestarlo con algún tratamiento respectivo.
En conclusión, más que prevenir, es disminuir el riesgo de cáncer de cuello uterino, evitando el consumo de cigarrillo y usando preservativos durante las relaciones sexuales, por ejemplo.