El cuerpo humano es un conglomerado de sistemas que actúan de manera conjunta, pero también por separado. Por lo tanto, una de las partes que demandan cuidado y atención prioritaria es la ósea, es decir, la que conforma el esqueleto.
De acuerdo con el Centro Nacional de Osteoporosis, de la Biblioteca Nacional de los Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), la importancia de los huesos se da debido a que son los responsables de dar estabilidad a todo el cuerpo y permiten el correcto movimiento. Asimismo, almacenan minerales que son liberados para otros órganos funcionales.
Los expertos en salud indican que existen diversas maneras para mantener con fuerza la estructura ósea y una de ellas es la producción de colágeno.
La versión digital de Manual MSD dice que por falta de colágeno en los huesos estos tienen a provocar dolencias que se traspasan a los músculos. Respecto al primer síntoma, estos dolores pueden ser profundos, penetrantes, sordos o el resultado de un trauma, infecciones o trastornos.
Sea cual sea la razón por la que se experimenta un dolor en los huesos, los especialistas dan a conocer que las articulaciones también juegan un papel fundamental para el sistema óseo. De este modo, se explica que el colágeno suele ser un activo principal que funciona de manera oportuna en todo el organismo.
El blog de Vitanatur consigna que en los últimos años el colágeno se ha posicionado de manera que hay mayor atención sobre su contribución positiva en el organismo. Esto porque los conocedores del tema indican que esta proteína no solo beneficia complicaciones de los huesos, también sirve para cuidar la piel y prevenir problemas de la masa muscular.
En vista de su popularidad, el colágeno tiene varios tipos y el principal, es decir el número uno, es el más conveniente para las dolencias óseas.
El citado blog dice que el colágeno de tipo I es uno de los que más abundan en el cuerpo, prácticamente se encuentra en todas las estructuras y su principal función es la de dar resistencia. En efecto, para los dolores de los huesos, esta característica es necesaria.
Por lo general, las personas suelen ingerir colágeno en polvo y un estudio de 2017, dice en su título que el de tipo I “es protector y antiinflamatorio en la artrosis postraumática murina”, según la publicación de la NIH.
De manera conjunta, al estar presente en la mejora articular se adhiere automáticamente en el área ósea del organismo si su consumo es diario.
Otro estudio, del mismo repositorio estadounidense, detalla que este tipo de colágeno otorga ventajas directas no solo para los huesos, sino también para la protección de los condrocitos, que son las células encargadas de elaborar los componentes estructurales del cartílago, según el Instituto Nacional del Cáncer.
Por su parte, Vitanatur comparte que ingerir colágeno hidrolizado en polvo, con principio activo de tipo I, tiene “un efecto antiinflamatorio probado sobre el propio cartílago articular”.
Para el dolor de huesos, el colágeno I es el más óptimo, ya que al proporcionar resistencia también está otorgando estiramiento y, para los especialistas, hay dolencias óseas que se producen por falta de este movimiento.
Alimentos con una buena composición de colágeno
Teniendo en cuenta datos recopilados por La Vanguardia, el colágeno es una proteína fundamental con varias cantidades de aminoácidos. En ese sentido, nutricionistas precisan que hay personas que siguen una dieta sin tener en cuenta la producción de esta proteína; en consecuencia, aparecen las dolencias en el organismo.
Hay una lista que comparte el citado medio, la cual corresponde a los alimentos con una buena composición de colágeno, como:
- Huesos de animales y patas de pollo.
- Carne roja magra.
- Pescados.
- Tómate, sandía y pimientos.
- Huevos.
- Frutos secos y soja.