La otitis es la inflamación del oído. Existen diferentes tipos, pero la más común se denomina otitis media, que es la presencia de líquido, producto de una inflamación en la cavidad del oído medio, que se localiza justo detrás del tímpano.
Se produce cuando la trompa de Eustaquio -el canal que conecta la parte media del oído con la garganta- se obstruye por diferentes motivos, indica el portal especializado Cinfasalud. La función de esta trompa es drenar el líquido que se produce en el oído medio, por lo que, si se obstruye, se puede acumular y producirse una infección.
Se trata de una de las enfermedades más frecuentes en la infancia y uno de los principales motivos de consulta al pediatra. Puede presentarse por causas virales o bacterianas y su persistencia durante varios meses puede dar lugar a la pérdida de audición en los niños, precisan los expertos.
Según la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos, cualquier cosa que ocasione inflamación o bloqueo de las trompas de Eustaquio hace que se acumulen más líquidos en el oído medio. Algunas causas están relacionadas con alergias, resfriados e infecciones sinusales, exceso de moco y de saliva e infección o agrandamiento de adenoides, que es el tejido linfático en la parte superior de la garganta.
De acuerdo con los especialistas, las infecciones en el oído también son más probables en los niños que pasan mucho tiempo bebiendo de un vaso o botella para tomar sorbos mientras están acostados boca arriba. La leche puede entrar en las trompas de Eustaquio, lo que puede aumentar el riesgo de una infección. El hecho de que ingrese agua en los oídos no provoca una infección aguda a menos que el tímpano tenga un agujero.
Otros factores de riesgo para las infecciones agudas del oído incluyen: asistir a guarderías, cambios de altitud o de clima, clima frío, exposición al humo, antecedentes de otras infecciones, usar un chupo y también puede presentarse por un defecto congénito, como una deficiencia en la función de las trompas de Eustaquio, entre otros.
Según información de la Clínica Universidad de Navarra, cuando la enfermedad se presenta de forma aguda se da con dolor de oído, fiebre, tinnitus e irritabilidad. Con menos frecuencia se puede presentar otorrea (supuración), vértigo y muy ocasionalmente parálisis facial.
Los síntomas más frecuentes de este padecimiento son el dolor de oído, la fiebre y el vértigo. La mencionada institución clínica indica que “con el tratamiento adecuado se evita la mayor parte de las secuelas que estos episodios pueden producir en las distintas estructuras del oído medio y evitar que en la vida adulta el paciente padezca una otitis media crónica con trastorno funcional del oído en mayor o menor grado”.
La colocación de tubos de drenaje no supone un tratamiento dirigido a corregir la causa que provoca las otitis, pero mantiene el oído medio en unas condiciones favorables para evitar secuelas posteriores y permitir una buena audición.
¿Cómo se trata la otitis?
Según el Instituto de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello de Madrid, cuando se trata de un dolor de oído por inflamación del oído medio, lo que se recomienda con mayor frecuencia es una combinación de analgésicos y antiinflamatorios, incluyendo antibióticos cuando exista infección.
Si se trata de un dolor de oído por inflamación del conducto auricular, las gotas antiinflamatorias junto con antibióticos pueden ser suficientes para lograr una mejoría. No obstante, todo esto debe realizarse bajo la supervisión y observación de un especialista.
Los especialistas de la Clínica Universidad de Navarra indican que al tratamiento antibiótico en ocasiones se asocian descongestionantes nasales y mucolíticos.
En muchos casos, sobre todo en niños, en los que se presentan episodios repetidos de otitis media junto con síntomas de adenoiditis (es la infección de la amígdala faríngea), se debe realizar la extirpación del tejido adenoideo hipertrófico y colocar tubos de drenaje.
La otitis media es una de las enfermedades más frecuentes de la infancia y una de las causas de pérdida de audición en casos extremos. En la mayoría de los casos, una infección de oído es un problema menor que mejora con el tratamiento, pero puede presentarse de nuevo en el futuro.