El dolor de rodilla es una afección más común de lo que se cree y no necesariamente tiene que ver con el envejecimiento, pues puede presentarse en personas de todas las edades. Puede comenzar repentinamente o iniciar como una pequeña molestia y luego empeorar.

Son diversas las causas que ocasionan este padecimiento. Por ejemplo, cuando una persona sufre de sobrepeso, tiene un mayor riesgo de presentar problemas de rodilla. De igual forma, su uso excesivo puede desatar dolor y si la persona tiene antecedentes de artritis, eso también podría provocarle molestia en esta parte del cuerpo.

También es probable que esta situación se presente por lesiones durante el desarrollo de actividades deportivas o recreativas, tales como desgarros del ligamento, lesiones de los tendones y dislocación de la articulación, entre otros.

Algunas de las señales de problemas en la rodilla, además del dolor, pueden ser inflamación, rigidez y movimiento reducido y dificultad para caminar.

El dolor de rodilla se puede presentar a cualquier edad. | Foto: Getty Images

En la mayoría de ocasiones el dolor en las rodillas pueden tratarse con cuidados en el hogar, si se trata de afecciones leves. No obstante, si el dolor, la inflamación o la molestia persiste, lo mejor es consultar con el especialista.

Uno de los remedios naturales al que se puede acudir para aliviar las molestias es el aceite de oliva y jengibre. El portal Mejor con Salud indica que los ácidos grasos del aceite de oliva son antiinflamatorios naturales que pueden disminuir los dolores en las rodillas y los músculos; mientras que el jengibre posee activos analgésicos que le otorgan beneficios medicinales.

Para preparar este remedio natural se requiere, según la citada fuente, de dos cucharadas de aceite de oliva y una de aceite de jengibre. Se calienta el aceite de oliva y se mezcla con el de jengibre. Antes de aplicarlo se debe comprobar que la temperatura del aceite es apta para la piel y después frotar sobre las rodillas con suaves masajes. Se deja absorber sin enjuagar y se repite su uso durante tres o cuatro noches seguidas.

Recomendaciones

Adicionalmente, los expertos del instituto de investigaciones Mayo Clinic hacen algunas recomendaciones que pueden ayudar a aliviar las molestias generadas por este dolor.

- Descansar. Tomarse un descanso de las actividades normales para reducir la tensión repetitiva en la rodilla, es clave. Es importante dar tiempo a que la lesión sane y de esta forma también se ayuda a prevenir futuros daños. Un día o dos de descanso puede ser suficiente para recuperarse de una lesión no muy grave.

- Hielo. El hielo reduce tanto el dolor como la inflamación. Se puede usar una compresa de hielo envuelta en una toalla para proteger la piel. Aunque por lo general la terapia con hielo sea segura y eficaz, lo recomendable es no utilizar hielo por más de 20 minutos, ya que se corre el riesgo de dañar los nervios y la piel.

- Calor. Es posible que la persona perciba un alivio temporal al dolor si aplica una almohadilla de calor o una bolsa de agua caliente en el área dolorida de la rodilla.

Las lesiones por ejercicio es una de las causas más frecuentes del dolor de rodilla. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images

- Compresión. Esto ayuda a evitar la acumulación de líquido en los tejidos dañados y mantiene la alineación y la estabilidad de la rodilla. Se puede utilizar una venda de compresión liviana, autoadhesiva y que permita la respiración. Debe estar lo suficientemente ajustada como para sostener la rodilla sin interferir en la circulación.

¿Cuándo consultar al médico?

La biblioteca médica MedlinePlus indica que se debe consultar con el especialista cuando:

- No se puede soportar peso en la rodilla.

- Hay dolor intenso, incluso cuando no está soportando peso.

- La rodilla se dobla, produce un chasquido o se bloquea.

- La rodilla aparece deforme o desfigurada.

- No se puede flexionar la rodilla o se tiene dificultad para estirarla completamente.

- Hay fiebre, enrojecimiento o calor alrededor de la rodilla o mucha inflamación.

- Hay dolor, inflamación, entumecimiento, hormigueo o coloración azulada en la pantorrilla debajo de la rodilla adolorida.

- Persiste dolor después de tres días de tratamiento en el hogar.