Antes se creía que el dolor articular solo se daba en una edad avanzada y por enfermedades como la artritis, sin embargo, dadas las condiciones sedentarias que se viven en la actualidad y a mala postura al caminar o sentarse han hecho que estos dolores tan insoportables se presenten en edades tempranas, desde la adolescencia hasta la adultez temprana.

El dolor de rodilla es uno de los protagonistas en este desfile de dolencias y lo peor del caso es que en la mayoría de ocasiones es tratable en casa, pues solo requiere de atención médica cuando se convierte en un dolor punzante, constante, en incremento y que restringe la movilidad de toda la pierna. En esos momentos es que se debe acudir a un centro asistencial, para que un ortopedista se apersone del tema.

La osteoartritis es un tipo de artritis. | Foto: Getty Images

Mientras tanto, hay varias formas de contrarrestar este dolor y todo gracias a la sabia naturaleza, que con varios de sus elementos le ha dado la oportunidad a la humanidad de poder regenerarse a sí misma y así poder tener una mejor calidad de vida, porque no hay nada más limitante que una rodilla que duele cada vez que se hace flexiones o incluso se estira la pierna en su totalidad.

Estos elementos naturales le funcionan a la rodilla en forma de ungüentos, tal como lo dicen varios estudios científicos realizados desde 2011. Los protagonistas para salvar las rodillas son el jengibre, la canela, la masilla y el sésamo en aceite, quienes tienen propiedades desinflamatorias y antioxidantes, que le permiten a los músculos y tejidos adheridos a la rótula descansar, desinflamarse y fortalecerse.

La artritis reumatoidea es una enfermedad autoinmune. | Foto: Getty Images

Por otro lado, la corteza de sauce también tiene las bondades anteriormente mencionadas y podrían funcionar para aliviar el dolor de rodilla, sin embargo, con este ungüento hay que tener mucha precaución, pues se deben tener en cuenta los siguientes escenarios en los que es primordial una consulta con un especialista en la materia, tal como informa el portal Healthline.com:

  • Tener problemas gastrointestinales, diabetes o problemas hepáticos.
  • Tomar anticoagulantes o fármacos para bajar la presión arterial.
  • Usar otro fármaco antiinflamatorio.
  • Tomar acetazolamida para tratar náuseas y mareos.
  • Alergia a la aspirina.
  • Tener menos de 18 años.

Ahora, antes de empezar a experimentar con los ungüentos o algunos elementos o remedios naturales, es preciso recordar el acrónimo “RICE”, una abreviatura de cuatro acciones específicas que se deben seguir a la hora de tener una lesión como una torcedura de pierna, un esguince de rodilla o incluso una caída con un golpe en alguna articulación. Así se desglosa “RICE”:

  • Rest (descanso).
  • Ice (hielo).
  • Compression (compresión).
  • Elevation (elevación).

“Ponga los pies en alto y aplique una compresa fría o una bolsa de hielo en la rodilla. Los vegetales congelados, como los guisantes, también funcionarán si no se tiene hielo. Envuelva la rodilla con un vendaje de compresión para prevenir la hinchazón, pero no tan firmemente que interrumpa la circulación. Mientras descansa, mantenga el pie elevado”, reseña el portal.

El dolor en las rodillas es un padecimiento que afecta a personas de todas las edades. | Foto: Klaus Vedfelt

Ahora, es muy importante prevenir todo tipo de dolores o lesiones con una rutina de ejercicios donde el impacto sea moderado y la fuerza ayude a fortalecer cada vez más los músculos. En caso de no gustar de rutinas de gimnasio, hay otras disciplinas más tranquilas como el Tai Chi. “En un estudio de 2009, los investigadores encontraron que practicar tai chi era especialmente beneficioso para las personas con osteoartritis. Las guías de la Fundación del Colegio Americano de Reumatología y Artritis lo recomiendan como una opción de tratamiento para la osteoartritis”, añade Healthline.

Además, el ejercicio no solo ayuda a fortalecer, también a disminuir el sobrepeso que influye directamente en el esfuerzo máximo de la rodilla, siendo los kilos de más uno de los causantes más cotidianos de dolores y lesiones en esta parte del cuerpo.