La rodilla es una de las articulaciones que tiene mayor riesgo de desarrollar enfermedades o presentar lesiones, ya sean enfermedades inflamatorias o degenerativas, o lesiones deportivas o traumáticas.

Es un síntoma común que se puede presentar en personas de todas las edades. Puede comenzar repentinamente, como una molestia leve y luego empeorar poco a poco, si se trata de un problema degenerativo como el desarrollo de artritis.

La ubicación e intensidad del dolor puede variar según la causa que lo origine. Los signos que a veces acompañan esta molestia son: inflamación y rigidez, enrojecimiento y temperatura al tacto, debilidad o inestabilidad, sonidos de crujidos e incapacidad de enderezar completamente la rodilla, indica la biblioteca médica Medlineplus. Las principales razones de este padecimiento son:

1. Lesión del ligamento cruzado anterior. Esta lesión está relacionada con el desgarro de ese ligamento, que es uno de los cuatro que conectan la tibia con el fémur. Es un padecimiento frecuente en las personas que juegan fútbol u otros deportes que requieren cambios repentinos de dirección.

2. Fracturas. Los huesos de la rodilla e incluso la rótula se pueden fracturar durante una caída o una colisión automovilística. Además, las personas cuyos huesos se han debilitado por la osteoporosis pueden, a veces, sufrir una fractura de rodilla simplemente por pisar mal, precisa el instituto de investigación Mayo Clinic.

El dolor en las rodillas no so llega con el paso de los años, algunas lesiones y hábitos pueden afectar esta parte del cuerpo. Foto: Getty Images. | Foto: Foto: Getty Images.

3. Desgarro de menisco. El menisco es un cartílago gomoso y duro que actúa como amortiguador entre la tibia y el fémur. Si una persona gira la rodilla en forma repentina mientras carga peso sobre ella, puede desgarrarse ese cartílago.

4. Bursitis de la rodilla. Los expertos explican que algunas lesiones de rodilla generan inflamación en las bolsas sinoviales, que son los pequeños sacos de líquido que amortiguan la parte exterior de la articulación en esta parte de la pierna y permiten que los tendones y los ligamentos se deslicen suavemente sobre la articulación.

5. Tendinitis rotuliana. La tendinitis produce irritación e inflamación en uno o más tendones, que son los tejidos densos y fibrosos que unen los músculos a los huesos. Esta inflamación se puede presentar cuando hay una lesión en el tendón rotuliano, que se extiende desde la rótula (patela) hasta la tibia y que permite patear, correr y saltar. Quienes corren, practican esquí, hacen ciclismo o deportes y actividades que implican saltar pueden padecer tendinitis rotuliana.

6. Osteoartritis: Esta enfermedad degenerativa también es conocida como artrosis “por uso y desgaste” y es frecuente en las personas de mediana edad. Se caracteriza por generar mucho dolor en la rodilla, tener un desarrollo lento y un dolor que empeora con el paso del tiempo.

El dolor de rodilla puede ser causado por afecciones en el cartílago o por sobrepeso. | Foto: Getty Images

En ese sentido, el dolor de rodilla se puede aliviar de manera natural en casa cuando la causa que lo genera no es grave. Una de las mejores formas es realizando ejercicio diario pues esto puede ayudar a mantener los músculos fuertes y conservar la movilidad. Es una herramienta esencial para tratar la osteoartritis y otras causas de dolor de rodilla, asegura el portal Healthline.

“Descansar la pierna o limitar el movimiento puede ayudar a evitar el dolor, pero también puede endurecer la articulación y hacer que la recuperación sea más lenta. En el caso de la osteoartritis, no hacer suficiente ejercicio puede acelerar la tasa de daño en la articulación y empeorar el dolor”, advierte. Las opciones de ejercicio son caminas, nadar, practicar yoga o tai chi. No obstante, también es importante que cuando se tiene una lesión como un desgarro se evite el ejercicio.

Para mejorar las condiciones de la rodilla es importante controlar el sobrepeso y la obesidad, los cuales pueden ejercer presión adicional sobre las articulaciones de la rodilla. Según la Fundación de la Artritis, un peso adicional de 10 libras puede añadir entre 15 y 50 libras de presión a una articulación.

La terapia de calor y frío también puede resultar favorable. Una almohadilla térmica puede ayudar a aliviar el dolor mientras la rodilla descansa. Por su parte, el tratamiento con frío puede reducir la inflamación. Lo recomendable es alternarlo y dejarlo por periodos de 20 minutos. Es importante no aplicar hielo directamente sobre la piel y en las almohadillas térmicas verificar su temperatura.

Si una persona gira la rodilla en forma repentina mientras carga peso sobre ella, puede desgarrarse ese cartílago. | Foto: Getty Images