El dolor de rodilla es un síntoma muy común en personas de todas las edades y puede empezar repentinamente, a menudo después de una lesión o de ejercicio, mientras que el dolor de cadera es cualquier dolor que se presente en o alrededor de la articulación de la cadera que puede ser causado por problemas en los huesos o el cartílago de la cadera, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, existen varios factores que pueden aumentar el riesgo de padecer problemas de rodillas y cadera, entre ellos: sobrepeso; falta de flexibilidad o fuerza muscular; lesión previa, entre otros.
Por tal razón, el portal Genial.guru reveló algunos ejercicios para mejorar la afección, pero es importante señalar que antes de realizarlos lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Dicho lo anterior, para el primer ejercicio la persona debe estar de pie y sostenida de una silla, para después, elevar los pies y quedar en puntas, pero el ejercicio se debe realizar unilateralmente. Es decir, pierna por pierna y para hacerlo así se debe flexionar la rodilla con ello realizar el ejercicio de forma individual de 10 a 15 veces.
La otra sugerencia es caminar con las puntas de los dedos de los pies de cinco a 15 minutos, y lo siguiente es con los dedos de las manos estirar el arco de los pies hacia afuera durante diez segundos unas diez veces.
Finalmente, recomendó poner una pelota de tenis en el empeine y presionarlo mientras se realizan movimientos hacia adelante y hacia atrás.
Por su parte, especialistas recomiendan realizar actividad física, pues esto es una manera simple y eficaz de aliviar el dolor, pero lo ideal son las actividades de bajo impacto que implican poco riesgo de causar lesiones y no tuercen ni recargan las articulaciones y hay que tener en cuenta los consejos S.M.A.R.T.
- Siempre comenzar con poco y aumentar de a poco.
- Modificar la actividad cuando los síntomas aumenten, pero se debe intentar mantenerse activo.
- Hacer Actividades que no impliquen esforzar las articulaciones.
- Reconocer lugares que sean seguros y formas de estar activo.
- Tratar las dudas con un profesional de la salud o especialista en actividad física certificado.
Asimismo, la biblioteca explicó que los pasos que pueden ayudar a disminuir el dolor incluyen: tratar de evitar actividades que empeoren el dolor; tomar medicamentos de venta libre, como ibuprofeno o paracetamol; dormir sobre el lado del cuerpo que no le duele y usar una almohada entre las piernas; bajar de peso si se tiene sobrepeso y tratar de no estar de pie por largos períodos de tiempo.
De igual manera, el consumo de vitaminas también ayuda con el cuidado de los huesos y las recomendaciones son:
1. Vitamina A: ayuda a la formación y mantenimiento de dientes, tejidos óseos y blandos, membranas mucosas y piel sanos.
2. Vitaminas B (B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico), B6, B7 (biotina), B12, Ácido fólico): ayudan al proceso que hace el cuerpo para obtener energía de la comida que se consume. También ayudan a formar glóbulos rojos.
3. Vitamina D: también se conoce como “la vitamina del sol” debido a que el cuerpo la produce luego de la exposición a la luz solar y esta vitamina le ayuda al cuerpo a absorber el calcio. Asimismo, ayuda a mantener niveles sanguíneos apropiados de calcio y fósforo.
4. Vitamina K: es necesaria porque sin ella, la sangre no se solidificaría (coagularía). Algunos estudios sugieren que es importante para la salud de los huesos.