Cuando comienza un dolor en el lado izquierdo del pecho es posible que al mismo tiempo la persona sienta cómo el corazón se detiene y lo primero que pasa por la mente al tener molestias en esta zona del cuerpo es la idea de un infarto.

No obstante, existen muchas otras causas para sentir dolor del lado izquierdo del pecho que no están relacionadas directamente con un ataque al corazón. A continuación, se mencionan algunas de ellas:

El dolor en el pecho puede deberse a varias razones, entre ellas, la acumulación de gases en el cuerpo. | Foto: Getty Images

Causas

Angina de pecho

De acuerdo con la clinicabiblica.com, “esta condición ocurre cuando existe una disminución de la sangre y del oxígeno hacia el corazón. Por lo general, se siente una presión en el pecho, así como náuseas y sudoración excesiva, síntomas muy similares a los del infarto”.

En caso de que la persona lo experimente, es importante que acuda también cuanto antes a un centro de salud y que se realice los exámenes pertinentes (como una prueba de esfuerzo) para obtener un diagnóstico profesional.

Problemas musculares

Las punzadas en el pecho, que tienden a intensificarse más cuando la persona cambia de posición o respira hondo, puede ser síntoma de problemas musculares. Si el dolor es constante, lo más recomendable es que la persona acuda al hospital para que lo valoren correctamente. En ese caso, se sabrá si la persona requiere de la atención de un cardiólogo efectivamente, o más bien le corresponde al departamento de fisioterapia u ortopedia.

Problemas pulmonares

Si la persona siente una punzada en el pecho al respirar y falta de aire, puede tratarse de una condición en los pulmones. Por ejemplo, una inflamación de la membrana que los recubre, una pulmonía o una embolia pulmonar. Por ser síntomas similares a los de un infarto, es importante que acuda a un especialista de la salud con el fin de contar con el diagnóstico adecuado.

Pericarditis

De acuerdo con el portal tuasaude.com, “esta condición consiste en una inflamación de la capa que cubre al corazón. Los síntomas más comunes incluyen dolor en el pecho que se alivia cuando usted se inclina hacia adelante, fiebre, congestión nasal y dolor de cuerpo”.

La pericarditis usualmente es benigna, pero requiere tratamiento. Por lo tanto, es esencial que usted se ponga en manos de un médico calificado.

La pericarditis es inflamación de la capa que cubre al corazón. | Foto: gettyimages

Rompimiento de la aorta

Aunque no se trata de un infarto, esta condición puede resultar igualmente peligrosa. Si el dolor en el pecho se irradia a la espalda, y si la persona suele padecer de presión alta, es absolutamente necesario que acuda a un centro de salud a la mayor brevedad, pues podría presentarse un rompimiento de la aorta.

Según informó el blog quironsalud.es, “llamar a un médico a domicilio no es recomendable, puesto que se necesita realizar pruebas (como un ecocardiograma) que están solo disponibles en un hospital calificado. Además, en caso de que efectivamente se trate de un rompimiento de la aorta, muchas veces es necesaria una cirugía de emergencia”.

Costocondritis

Por último, esta condición se da cuando el cartílago que une las costillas al esternón se inflama. El síntoma clásico es un dolor punzante en el centro del pecho que se puede irradiar a la espalda o al estómago. El dolor puede aumentar cuando usted respira hondo o tose, y disminuir si usted respira rápidamente o guarda reposo.

También es posible que el afectado experimente mayor sensibilidad al presionar la zona. Aunque este mal suele desaparecer por sí solo, es posible que necesite una radiografía de tórax y otras pruebas para descartar otros males.

La costocondritis se presenta cuando al toser se da un dolor en el pecho. | Foto: GettyImages

Algunas recomendaciones:

- Reducir las sustancias estimulantes como el café, el alcohol y el tabaco.

- Evitar los factores estresantes.

- Practicar ejercicio físico frecuentemente.

- Hacer descansos regulares y dormir bien.

- Disfrutar de música relajante.

- Respirar suavemente y de forma relajada, ya que ayuda a la relajación de los músculos.

- Seguir una dieta equilibrada, reduciendo los alimentos con grasas, azúcar, y sal.