El dolor de espalda es una afección común que cualquier persona puede llegar a tener. En la mayoría de los casos suele desaparecer con el paso del tiempo; sin embargo, en ciertas ocasiones puede demorar en aliviarse.
Tener una posición correcta es clave para evitar este dolor, especialmente si se trabaja todo el día en un escritorio. Además, Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que “si el dolor de espalda es severo o no mejora al cabo de tres días, debe llamar a un profesional de la salud. También debe buscar atención médica si presenta dolor de espalda después de una lesión”.
Asimismo, el portal ONsalus da a conocer una serie de enfermedades que pueden llegar a causar los dolores de espalda, razón por la cual se debe hacer el respectivo seguimiento.
Fibromialgia
Esta enfermedad hace referencia al dolor a largo plazo en las articulaciones, los músculos y los tendones. La fibromialgia es un trastorno crónico que afecta a varias partes del cuerpo, siendo la espalda la más afectada.
Estenosis espinal
Esta afección aparece cuando los espacios de la columna vertebral se estrechan, motivo por el cual se hará presión en la médula espinal y las raíces nerviosas. El mencionado portal indica que la estenosis espinal ocurre generalmente con el tiempo y afecta las raíces de los nervios y las aberturas entre las vertebras.
Artritis
La artritis es una enfermedad degenerativa que logra inflamar las articulaciones de la columna vertebral. Este malestar puede reducir los espacios intervertebrales las cuales rodean la médula espinal. La artritis aparece cuando el sistema inmunológico ataca los propios tejidos.
Hernia discal
Con el paso del tiempo, los discos vertebrales pueden verse afectados a tal punto de herniarse. La hernia discal se debe cuando un disco desliza al otro empujándolo contra la médula espinal y las vértebras.
Osteoporosis
Esta enfermedad es una condición en donde los huesos se quiebran con facilidad, debido a la disminución de su densidad y fuerza, es decir, que estarán más latentes las fracturas por compresión.
¿Cómo prevenir el dolor en la espalda?
Existen algunos ejercicios que pueden ayudar a la prevención del dolor de espalda. Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación los señala:
Ejercicio #1
El primer ejercicio que recomienda la entidad de salud es estiramiento de rodilla al pecho. Esta es una gran opción para prevenir este malestar. Lo recomendable es ir incrementando las repeticiones.
¿Cómo hacerlo?
- Recostarse boca arriba con las rodillas flexionadas.
- Las plantas deben estar apoyadas en el suelo.
- Halar las rodillas con ambas manos y presionarlas sobre el pecho.
- Contraer los abdominales y presionar la columna en el suelo.
- Mantener la posición por 5 segundos.
- Volver a la posición inicial y repetir el ejercicio.
- Realizarlo en la mañana y en la noche.
Ejercicio #2
Estiramiento rotativo de la parte baja de la espalda
- Recostarse boca arriba con las rodillas flexionadas.
- Las plantas de los pies deben estar apoyadas en el suelo.
- Mantener los hombres en el suelo.
- Girar las rodillas hacia un lado.
- Mantener esta posición por 10 segundos.
- Volver a la posición inicial y realizar el ejercicio para el otro lado. Repetir en la mañana y en la noche.
Ejercicio #3
Mayo Clinic recomienda un ejercicio enfocado en la parte baja de la espalda.
¿Cómo hacerlo?
- Recostarse boca arriba con las rodillas flexionadas.
- Los pies deben estar apoyados en el piso.
- Apretar los músculos abdominales.
- Mantener esa posición por 5 segundos.
- Relajarse.
- Apoyar la espalda llevando el ombligo al piso.
- Mantener esta última posición por 5 segundos.
- Repetir este ejercicio cinco veces al día.
Ejercicio #4
El último ejercicio que recomienda Mayo Clinic se llama ejercicio de puente.
- Recostarse boca arriba con las rodillas flexionadas.
- Los pies deben estar apoyados en el suelo.
- Mantener la cabeza y los hombros relajados en el suelo.
- Contraer los músculos del abdomen y los glúteos.
- Elevar las caderas para formar una línea recta.
- Mantener la posición por al menos tres respiraciones profundas.
- Volver a la posición inicial.