El cáncer de colon comienza en el intestino grueso, que es la parte final del tubo digestivo. Es una enfermedad que suele afectar a los adultos mayores, aunque puede presentarse a cualquier edad.
De acuerdo con el instituto de investigación Mayo Clinic, por lo general, empieza como grupos pequeños y no cancerosos (benignos) de células llamadas pólipos que se forman en el interior del colon, pero con el tiempo es posible que se conviertan en cáncer.
Los pólipos pueden ser pequeños y generar pocos o ningún síntoma. Por esta razón, los médicos recomiendan que las personas se realicen pruebas de detección de forma regular para ayudar a prevenir el desarrollo de esta enfermedad mediante la identificación y extirpación de estas células.
Los expertos aseguran que cuando esta enfermedad se detecta a tiempo son diversos los tratamientos disponibles para ayudar a controlarla, incluidas la cirugía, la radioterapia y los procesos farmacológicos, como la quimioterapia y la inmunoterapia.
Casi todos los cánceres de colon empiezan en el revestimiento del colon y el recto y por ello se le conoce como colorrectal. No hay una causa única para que se genere este padecimiento pero, de acuerdo con los especialistas, es posible que esté asociado con una dieta rica en grasas, baja en fibra y un consumo alto de carnes rojas.
¿En dónde duele?
En la mayoría de oportunidades esta enfermedad no presenta síntomas, pero cuando se registran uno de los dolores característicos ocurre en la parte baja del abdomen. Sin embargo, puede estar localizado en cualquier parte del mismo y es una molestia que se produce cuando el intestino grueso es obstruido por el tumor.
Si la obstrucción es parcial, se padece un dolor similar al de los cólicos. Cuando es total, el dolor puede ser más intenso y se requiere asistencia médica urgente.
La Asociación Americana de Cáncer asegura que los síntomas más frecuentes cuando se presenta esta enfermedad y por los cuales se debe recurrir al médico son los siguientes:
- Sensación de querer evacuar (ir al baño), la cual no se alivia al hacerlo.
- Sangrado rectal.
- Heces oscuras o sangre en las heces.
- Calambres o dolor abdominal.
- Debilidad y fatiga.
- Pérdida de peso de forma inexplicable.
Los síntomas con frecuencia se manifiestan cuando la enfermedad se ha propagado. Es por eso que lo mejor es someterse a exámenes de detección antes de que estos se presenten.
Factores de riesgo
De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos y Mayo Clinic, los factores de riesgo del cáncer colorrectal son los siguientes:
- Tener antecedentes familiares de cáncer de colon o cáncer de recto en un pariente de primer grado (padre, hermano o hijo).
- Tener antecedentes personales de cáncer de colon, de recto o de ovario.
- Tener antecedentes personales de adenomas de riesgo alto (pólipos colorrectales de un centímetro o más de tamaño, o que tienen células que se ven anormales al microscopio).
- Tener antecedentes personales de colitis ulcerosa crónica o enfermedad de Crohn durante 8 años o más.
- Consumir tres o más bebidas con alcohol cada día.
- Fumar cigarrillos.
- Tener obesidad.
- Llevar una dieta con bajo contenido de fibra y alto contenido de grasas.
- Tener un estilo de vida sedentario. Las personas inactivas son más propensas a desarrollar cáncer de colon.
- Diabetes. Las personas con diabetes o resistencia a la insulina tienen más riesgo de desarrollar la enfermedad.
- Radioterapia contra el cáncer. La radioterapia dirigida al abdomen para tratar casos de cáncer anteriores aumenta el riesgo de cáncer de colon.