El aumento descontrolado del apetito puede ser causa de alguna factores que despiertan el deseo descontrolado por estar comiendo a cada instante.
Expertos indican que una razón puede ser que se está comiendo muy poco, aunque este factor puede ser muy obvio, es importante tener en cuenta que no se está “obteniendo suficiente energía y nutrientes aunque se coma tres veces al día”, explican en el portal Runtastic, además aconsejan “llevar un diario de comida que puede ayudar a descubrir si el cuerpo está recibiendo todo lo que necesita”.
Los especialistas también advierten que en muchas ocasiones se confunde la sed con el hambre. “El hipotálamo (la parte del diencéfalo y el más importante centro de control del sistema nervioso) regula tanto la sensación de hambre como la de sed. Cuando se está deshidratado, el hipotálamo puede mandar señales confusas”, destaca el mencionado portal.
Además, en Runtastic aconsejan mantenerse hidratado y “beber una cantidad suficiente de agua y, cuando empiece la sensación de hambre, tomar (agua) antes de empezar a comer”.
Las redes sociales también pueden despertar el hambre, pues al ver muchas imágenes que las personas publican cuando están comiendo, se puede acelerar esta sensación de buscar comida. “Hay pruebas científicas que sólo ver comida hace desarrollar la sensación de hambre. Estas imágenes incrementan los niveles de grelina, la hormona del hambre”, destaca Runtastic.
Otra razón por la cual puede aumentar la sensación de tener hambre es dormir poco, “pues un descanso inadecuado también lleva a aumentar los niveles de grelina, la hormona del hambre, así que se estimula el apetito. Ésta es una de las razones por las que la falta de sueño se asocia a menudo con ganar peso. Los médicos recomiendan dormir entre 7 y 8 horas cada noche”, aconsejan en Runtastic.
De acuerdo al portal Vitónica, el estrés puede ser otro factor para estar constantemente con hambre, ya que “ocasiona un malestar general que muchas veces conduce a buscar alimentos ricos en grasas y azúcares en todo momento, pues estos activan tras su consumo centros de placer en el cerebro como lo hacen algunas drogas y por ello, tienen efecto adictivo”.
El mencionado portal también advierte que el estrés sin control puede generar un aumento de peso, “porque altera los niveles de leptina, reduciéndolos de manera tal que puede ser la causa del hambre constante y como si fuera poco vuelve menos saciantes y más apetecibles los alimentos, algo que puede incentivar su consumo a cada instante”.
Las emociones también pueden ser un detonante del hambre. Cuando las personas se sienten aburridas, tristes, decepcionadas o solas, se “puede experimentar deseos de comer muchas veces alimentos grasos o de mala calidad que son precisamente los que en el cuerpo activan zonas del placer y aunque sea temporalmente, ayudan a sentirse mejor”, así lo explica Vitónica.
Los especialistas aconsejan “aprender a diferenciar la causa del deseo de comer o el hambre emocional es clave para poder controlarlo”, para no buscar alimentos en cada momento.
También hay que tener en cuenta que la dieta elevada en carbohidratos de rápida absorción genera la sensación de tener hambre a pesar de haber comido, esto ocurre en el organismo “debido a que son procesados rápidamente en el intestino y no ofrecen sensación de saciedad. Algunos alimentos son la harina blanca, el azúcar y alimentos refinados como pan blanco, galletas, pasteles, tortas y dulces”, así lo resalta el portal Tuasaúde.
Los expertos en Tuasaúde recomiendan disminuir los alimentos ricos en azúcares y “aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra como salvado de trigo y de avena, vegetales, frutas con cáscara y bagazo y semillas como chía, linaza y ajonjolí”.