Aunque muchas personas en Colombia y en diferentes partes del mundo le teman a su llegada, el envejecimiento es un proceso natural e inevitable de la vida. El temor profundo a la vejez se llama gerontofobia y los individuos que la tienen o sufren la consideran como una enfermedad.
Como es tan habitual el miedo a la vejez, es muy común que las personas se realicen diferentes procedimientos estéticos para que la piel, que pierde su elasticidad en esta etapa de la vida y por eso salen las arrugas, permanezca como “porcelana”. Sin embargo, con estos procedimientos se debe tener un gran cuidado.
“Desde un punto de vista biológico, el envejecimiento es el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, a un mayor riesgo de enfermedad y, en última instancia, a la muerte. Estos cambios no son lineales ni uniformes, y su vinculación con la edad de una persona en años es más bien relativa”, explica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Entre las afecciones más comunes de la vejez cabe citar la pérdida de audición, las cataratas y los errores de refracción, los dolores de espalda y cuello, la osteoartritis, las neumopatías obstructivas crónicas, la diabetes, la depresión y la demencia. A medida que se envejece aumenta la probabilidad de experimentar varias afecciones al mismo tiempo”, agrega la entidad.
La vejez, como tal, empieza a la edad de 60 años, aunque sus primeras señales se pueden presentar mucho tiempo atrás. Cabe mencionar que todas las personas no reciben el envejecimiento de la misma manera, como bien reseñó la OMS.
Un estilo de vida saludable, en la adolescencia y en la etapa adulta, ayuda a reducir de forma considerable los achaques que se puedan presentar en la vejez. Las personas que mantienen malos hábitos, por lo general, sufren muchos trastornos en esta etapa.
En este punto, es oportuno hacer hincapié que existen dos alimentos que, al consumirse en las horas de la noche, ayudan a retrasar los signos del envejecimiento. De acuerdo con la plataforma digital Telemundo, se trata del té y de las nueces.
“La densidad ósea disminuye con la edad y existe la posibilidad de sufrir fracturas, pero alimentos como el té puede reducir el riesgo de padecer osteoporosis. De acuerdo con un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, las mujeres que bebían té tenían un menor riesgo de fracturas óseas, además de tener una mayor densidad mineral ósea, en contraste con quienes no lo consumían habitualmente”, reseña el sitio web.
A su vez, el portal dice que las nueces “además de ser un snack muy versátil y variado, son muy prácticas, ya que, pueden consumirse en cualquier lugar y a cualquier hora. Por si fuera poco, tienen grasas saludables insaturadas, como el ácido alfa-linolénico, que son buenas para el corazón y el cerebro. Las nueces también son una fuente de biotina que ayuda mantener saludables la piel y el cabello”.
Como todo alimento, tanto el té como las nueces se deben consumir con profunda moderación, sin llegar a un exceso. Además, es de vital importancia ingerir estos productos naturales al menos dos horas antes de irse a dormir, esto para evitar problemas relacionados con el sueño.
También es oportuno hablar con un profesional de la salud para recibir recomendaciones para retrasar la llegada de un proceso como el envejecimiento.