Recientemente, dos estudios han revelado importantes datos sobre los cromosomas masculinos y la relación que guardan con algunas enfermedades, tales como el cáncer y aparición de tumores.
Por un lado, el estudio Y chromosome loss in cancer drives growth by evasion of adaptive immunity, publicado en Nature, se ha centrado en lo que sucede en el cuerpo masculino cuando las células pierden el cromosoma Y. El resultado más revelador fue que este fenómeno natural está asociado con el aumento de la probabilidad en padecer tumores en la vejiga. Para dar con los resultados, el cuerpo investigador tomó como referencia a 300 pacientes con cáncer de vejiga.
El resultado fue que la pérdida del cromosoma tuvo una alta incidencia en el desarrollo de los tumores benignos. Del mismo modo, encontraron que la ausencia de los cromosomas en otros animales, como ratones, influían en la agresividad de los tumores, teniendo un desarrollo más rápido del esperado.
Para el caso de los roedores, los investigadores colocaron células tumorales para contrastarlas con las células inmunes. Igualmente, les inyectaron estas células a los ratones para que no desarrollaran linfocitos T, microorganismos responsables de controlar la proliferación del cáncer.
La investigación señaló que los pacientes con pérdida del cromosoma Y tenían un peor pronóstico y peores tasas de supervivencia general. Este daño del cromosoma en las células tumorales provocan un agotamiento de las células T, y sin ellas el cáncer crece agresivamente.
Tanto para las células tumorales como en los roedores alterados biológicamente, no hubo cambios en el desarrollo de los tumores. Es decir, de nada les sirvió tener células inmunitarias si tenían un bajo nivel de cromosomas Y. Empero, en los ratones la agresividad de los tumores fue levemente mayor que en las células analizadas por aparte.
En ese orden de ideas, la principal conclusión de la investigación fue que la pérdida del cromosoma Y es un detonante que aumenta el desarrollo de tumores cancerígenos, influyendo igualmente en el grado de agresividad que tengan estos al proliferarse al interior del organismo.
Por otro lado, el segundo artículo también publicado en Nature, titulado Histone demethylase KDM5D upregulation drives sex differences in colon cancer, señala que el gen del cromosoma Y también interviene en la gravedad del cáncer de colon en los humanos. Al igual que el informe anterior, emplearon ratones para comprobar sus hipótesis.
La investigación identifica que la falta de este gen es la responsable para que el cáncer colorrectal se desarrolle en una proporción mayor. Los científicos encontraron que los animales con menor cantidad de cromosoma Y experimentaron mayores episodios de metástasis. Los análisis revelaron que la regulación al alza de un gen para una enzima de la familia de las histonas desmetilasas, la cual impulsa la invasión tumoral y el escape inmunitario. Este gen se expresa en el cromosoma Y, lo que proporciona una base potencial para las diferencias específicas del sexo en la progresión del cáncer colorrectal provocado por KRAS.
“La toma de conciencia de la importancia de la pérdida del cromosoma Y estimulará los debates sobre la importancia de considerar el sexo como una variable en toda investigación científica en biología humana”, explica el informe sobre este hallazgo, “Los nuevos conocimientos fundamentales que aportamos aquí pueden explicar por qué ciertos cánceres son peores en hombres o mujeres, y cuál es la mejor manera de tratarlos. También ilustra que el cromosoma Y hace algo más que determinar el sexo biológico humano”.