SEMANA: ¿Qué tan fácil resulta hoy para una mujer sacar adelante su propio emprendimiento? María Palau: A pesar de que hay cada vez más cabida para las mujeres en el ámbito laboral, el simple hecho de emprender en Colombia ya es todo un reto. Ahora bien, siendo mujer, puede significar un reto mayor. Aunque en los dos años y medio que llevamos ofreciendo nuestros servicios, no hemos sido relegadas o discriminadas en nuestras capacidades para entregar un buen trabajo, si en varias ocasiones, por ser una empresa pequeña y tal vez por ser dos mujeres las que la lideran, el valor de nuestras propuestas pareciera ser elevado para algunos clientes. Renata Peñalosa: Sacar adelante un emprendimiento en nuestro país es un reto gigante por muchos factores, y muchos de esos obviamente no tienen diferenciación por género. Sin embargo, liderando una empresa fundada solo por mujeres, nos hemos visto enfrentadas a otros retos adicionales que no eran evidentes en un principio, comenzando por algo tan simple, pero a la vez tan determinando como redefinir lo que es el éxito para una compañía como la nuestra y cómo se llega a él. Por ejemplo, culturalmente, en diferentes industrias o regiones, se ha construido la idea que para ser exitoso hay que trabajar de 7:00 a.m. a 10:00 p.m., de lunes a domingo, y se glorifica la idea de vivir constantemente ocupados. Este esquema de éxito para una mujer es mucho más difícil de llevar, y más en el contexto nuestro, donde siguen adicionalmente a trabajar, siguen asumiendo el resto de las responsabilidades.
SEMANA: ¿Cuáles son las ventajas de impulsar un emprendimiento y a qué obstáculos se enfrentan las mujeres cuando se arriesgan a crear su propia empresa? María Palau: Creo que las ventajas de impulsar un emprendimiento están en la forma en la que uno quiera moldear su vida, y como redefinimos el éxito desde la perspectiva femenina, donde este mismo no sólo se reduce a logros económicos logrados, sino también a la posibilidad en tiempo de seguir siendo mujer (con las exigencias que aún nos imparte la sociedad en la que vivimos) y la posibilidad en mi caso particular de ser mamá. Sin embargo, hay millones de obstáculos a la hora de emprender. El más prominente en nuestro caso, es estar acogidas como Pyme dentro de las mismas condiciones fiscales de las grandes empresas, impuestos, retenciones, parafiscales, un porcentaje alto de lo que ganamos bruto, se “desaparece”. No podemos dejar de lado como hoy en día las pymes que somos proveedoras de las grandes compañías, somos también su fuente de financiamiento/flujo de caja, pues algunas compañías pagan facturas a más de 60 días. Renata Peñalosa: Muchas estructuras empresariales no están diseñadas necesariamente para entender las necesidades de las mujeres. Por ejemplo, la industria publicitaria ha venido ajustándose mucho a esto, ya que allí se presentan muchos retos frente a la libertad de su tiempo o la opción de una carrera exitosa siendo madres, ya que la demanda de tiempo laboral es inviable con los otros aspectos de la vida, lo que lleva a que muchas mujeres con demasiado talento opten por otras opciones profesionales o que se estanquen en su carrera sin poder alcanzar cargos directivos. Claramente las mujeres quieren ser exitosas laboralmente y realizarse en lo que sea que les guste hacer, pero ser mamá y todo lo que implica ser mujer más allá de lo profesional, presenta cierta contradicción con cómo funcionan la mayoría de las empresas hoy en día.
SEMANA: Desde muchos frentes se habla de la economía naranja. Para ustedes, ¿ese concepto sí se está traduciendo en la vida real? María Palau: Hasta el momento no. Hemos tenido en la mira presentarnos ante el comité de la economía naranja, sin embargo, creo que la misma ley ha tenido varios tropiezos desde que empezó. Actualmente, y aunque consideramos que hacemos parte de esa “industria creativa” de la que tanto se habla en la economía naranja, no podríamos aplicar pues nuestra actividad económica en el RUT, que en términos generales es “Publicidad” (qué más creativo que la publicidad), no está dentro de las actividades económicas en la lista de los requisitos para aplicar. Adicionalmente, no hay ningún apoyo adicional para estas industrias. Renata Peñalosa: Hay una intención valiosa por parte del Gobierno por volverlo un motor de la economía nacional, pero en la vida real no hemos podido evidenciar algún acto que beneficie nuestro oficio, siendo partícipes de esta industria. Ni a nosotros, ni a los aliados con los que constantemente trabajamos. Nosotras hemos estado siguiendo de cerca la Ley que nos permitiría abstenernos de pagar impuestos durante 7 años por ser parte de esta industria, sin embargo ha sido demasiado complejo, desde los mismos retrasos que ha tenido la Ley, hasta por las categorías que se crearon para poder ser beneficiadas, donde por ejemplo una consultora de marca y creativa como la nuestra, claramente un negocio de economía naranja, no tiene una categoría donde pudiéramos entrar. SEMANA: ¿Qué recomendaciones les darían ustedes a otras mujeres que están pensando en incursionar en el rol de empresarias? María Palau: Que hagan su trabajo con pasión, que resistan, que tengan paciencia, pues no es fácil. Pero que mientas tengan claro que esto es lo que quieren hacer, seguro llegarán lejos. Sólo que se debe subir de a un escalón a la vez. Y que tengan una muy buena asesoría contable y jurídica. Renata Peñalosa: Yo creo que mi mayor consejo para cualquier persona que esté pensando en emprender es ser paciente y persistente. Para mí eso ha sido el mayor aprendizaje de vida que me ha dado el emprendimiento. Venimos de un mundo que cada vez le da más valor a lo inmediato, y creemos que las cosas llegan rápido, pero emprender es una carrera de resistencia, no de velocidad. Yo no creo que haya una fórmula mágica para una empresa exitosa, creo que es un tema del día día, que a pesar de cualquier contratiempo tener claridad sobre las metas a largo plazo y siempre dar lo mejor, sabiendo que las cosas que valen la pena toman su tiempo. Nosotras hasta ahora estamos arrancando, pero eh aprendido a valorar todas las experiencias que hemos tenido como empresa que nos han permitido crecer y ser mejores en lo que hacemos. SEMANA: ¿Sienten que desde el Gobierno hay un compromiso real para apoyar a todas las mujeres que desean crear empresa? ¿Qué hace falta? María Palau: No. Aunque por años las mujeres han luchado para que las reconozcan como iguales, y que las traten como iguales, sería chistoso pedir un trato especial. Sin embargo, hoy en día todo está tapado con una cortina de humo, y aunque decimos que las mujeres tenemos las mismas posibilidades, si miramos en detalle las cifras, no es así. Renata Peñalosa: No sé si sea por desinformación nuestra, pero a hoy no hemos sentido ninguna clase de respaldo del Gobierno para apoyar el emprendimiento femenino. Hace falta todo si partimos de la base que el emprendimiento es un camino de empoderamiento para las mujeres colombianas. Yo tengo la fortuna de tener una red de apoyo, tanto amigos como familia, que me ha acompañado en este proceso, pero en un país donde 6 de cada 10 mujeres son madres solteras, la posibilidad de tener empresa propia con un apoyo estructural del Gobierno, les facilitaría la vida muchas de ellas, con acciones simples que les permitan, por ejemplo, manejar el su tiempo y poder tener un balance entre sus hijos y el trabajo.