Después de los 30 años, el cuerpo va disminuyendo su producción de colágeno, una proteína que le da elasticidad y firmeza a la piel, por esto es que a partir de esa edad se pronuncian las arrugas y las líneas de expresión. Asimismo, la piel empieza a volverse más reseca, por lo que es importante su cuidado.
De ahí que la Clínica Mayo asegura que la piel seca es una afección que puede afectar a cualquier persona, siendo los mayores de 40 años los más propensos. Generalmente, la piel de las manos es áspera, ya sea por el uso inadecuado de jabones que son agresivos; la exposición frecuente al sol e incluso al frío.
Otro factor que se evidencia con la edad son las manchas seniles, que según el centro especializado, se observan de diferentes tamaños y usualmente aparecen cuando la piel fue expuesta por un largo periodo al sol.
Aunque pueden ser similares a los tumores cancerosos, estas manchas se forman para proteger la piel de la alta exposición en la que se ha encontrado. Las características principales de estas manchas son su color café oscuro o claro, que se determina según la tez de cada persona, siendo la clara la más propensa.
Las zonas en las que usualmente son más notorias, son: la cara, los hombros, y las manos. Aunque se pueden eliminar, consultar a un doctor es la mejor opción cuando estas manchas tienden a tornarse negras, su tamaño es irregular y se observa sangrado en ellas.
Por tanto, es importante humectar la piel, usar jabones libres de alérgenos, e incluso ducharse o lavar las manos con agua tibia más no caliente. Asimismo, existen remedios caseros -según Mejor con Salud- que pueden dar un efecto joven a la piel.
Vaselina
Tal y como la define el portal Tua Saúde, “es una sustancia incolora” que se obtiene del petróleo que es usada en la estética para múltiples beneficios. Su función principal es hidratar, por lo que es usada para humectar los labios. Además de combatir las callosidades de los pies y las manos.
Modo de uso:
- Aplicar todas las noches en las manos.
- Dejar que la piel la absorba.
Jabón con miel
El uso de jabones aptos para cada piel es uno de los primeros pasos que puede ayudar a reducir la resequedad, sin embargo, se sugiere consultar con un profesional de la salud, para descartar alguna enfermedad y darle seguimiento con un tratamiento médico.
Entretanto, el jabón casero con miel para hidratar la piel puede ser una opción para contrarrestar la descamación, gracias a que este alimento es un antioxidante que ayuda a proteger las células del cuerpo y contrarrestar los signos de la edad, según Tua Saúde.
Es entonces que Mundo Deportivo, en uno de sus artículos escrito por Eva López, describe la elaboración de jabón con miel, considerado un agente antibacteriano para todo tipo de piel. Pero se sugiere observar si provoca algún tipo de reacción alérgica.
Ingredientes:
- 250 ml de aceite de oliva
- 1 taza de agua
- 75 ml de aceite de almendras
- 50 gr de sosa cáustica
- 4 cucharadas de miel
- 18 ml de aceite de coco
Modo de preparación:
- A fuego lento calentar el aceite de almendras, oliva y coco.
- En un recipiente y con el uso de guantes mezclar el agua y la sosa cáustica.
- Bajar del fuego dicha mezcla de aceites.
- Una vez disuelta la sosa verterla junto con los aceites.
- Batir muy bien los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea.
- Luego, agregar la miel y verter en moldes o en un recipiente de vidrio.
- Dejar reposar por lo menos de 2 a 4 semanas, para luego usar.