La retina es la capa más interna del globo ocular y juega un papel clave en la función de la vista, dado que se encarga de transformar la luz que recibe el ojo, en un impulso nervioso que viaja desde el nervio hasta el cerebro para convertirse en las imágenes percibidas, según explica la Sociedad Española de Oftalmología.

Ahora bien, los pacientes diabéticos son sensibles de presentar complicaciones en los ojos, por lo que, al no propiciar un buen control de la diabetes, se pueden desencadenar enfermedades como el Edema Macular Diabético (EDM). Esta se caracteriza por la inflamación que se genera en la zona posterior del ojo, engrosando la retina y dañando la visión.

El EDM es la principal causa de pérdida de visión en pacientes diagnosticados con diabetes. Se estima que más de 28 millones de personas viven con EMD en todo el mundo, según estudios de la Federación Internacional de Diabetes. En América del Sur y América Central, 32 millones de adultos viven con diabetes, sin embargo, 1 de cada 3, no están diagnosticados, según el “Atlas de la Diabetes” de la misma entidad.

“Existe un desconocimiento generalizado alrededor del EDM, lo que disminuye también la consciencia sobre la importancia de acceder a una revisión de ojos periódica si se es un paciente con diabetes. No hay duda de que un diagnóstico temprano permite un mejor abordaje médico, puesto que evita la progresión de la enfermedad, que, de no ser tratada, puede conducir a casos de ceguera”, mencionó Erika Montañez, presidente de la Fundación Voces de Diabetes.

Los principales síntomas incluyen visión borrosa, percepción de manchas o hebras oscuras que flotan en la vista, reducción de la visión central y empeoramiento de la vista con el tiempo, de acuerdo con el Instituto Nacional del Ojo (NEI por sus siglas en inglés). Las personas con EMD también pueden reportar niveles más altos de depresión y ansiedad. Además, la pérdida de la visión puede impactar sobre la independencia, la capacidad para realizar tareas, el trabajo y la vida social.

Según la Academia Americana de Oftalmología, resulta clave atender algunas complicaciones propias de la diabetes, como problemas en los riñones, cambios en la visión de uno o ambos ojos, y daños en los nervios. Por lo cual es fundamental tener bajo control el azúcar en la sangre, evitar el tabaquismo, llevar una buena alimentación y hacer actividad física.

“La diabetes es una enfermedad que requiere de controles médicos periódicos. Sin embargo, padecerla como enfermedad de base no necesariamente causa pérdida de la visión. Si hay intervención activa en el manejo de esta, es posible lograr un gran efecto en la prevención de complicaciones asociadas a la misma, tales como el Edema Macular Diabético”, subrayó Fernando Aponte, director médico AbbVie Latam.

Desde el sector de la salud consideran importante hacer un llamado a elevar el nivel de conciencia alrededor de esta enfermedad y todas las asociadas a un cuadro de diabetes. Sin duda, un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado pueden ayudar a preservar el óptimo estado de la visión, mientras se impacta sobre la calidad de vida de los pacientes.

*Con información de Dattis.