El ejercicio físico es un elemento importante para mantener un buen estado de salud. Además de ser una herramienta que permite bajar de peso y cambiar la apariencia del cuerpo, es clave para tener un organismo saludable. Así lo explica la Organización Mundial de la Salud.
“Se ha demostrado que la actividad física regular ayuda a prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y varios tipos de cáncer. También ayuda a prevenir la hipertensión, a mantener un peso corporal saludable y puede mejorar la salud mental, la calidad de vida y el bienestar”.
Ejercitarse ayuda a mantener un peso saludable y evitar el sobrepeso y la obesidad, los cuales aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades y complicaciones de salud. De acuerdo con la OMS, “se podrían evitar hasta 5 millones de fallecimientos al año con un mayor nivel de actividad física de la población mundial”.
Para hacer actividad física no es necesario acudir a un gimnasio o a un centro deportivo. Caminar, trotar, manejar bicicleta, bailar o practicar un deporte cuentan como ejercicio. Asimismo, los desplazamientos diarios desde el hogar hasta el trabajo. Existen diferentes tipos de actividad física: aeróbica, de fortalecimiento muscular, de fortalecimiento óseo, de equilibrio y de flexibilidad.
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos señalan que el ejercicio es muy beneficioso para la salud del corazón y de los pulmones. Otros de los efectos positivos de la actividad física incluyen:
- Reduce los síntomas de depresión y ansiedad.
- Mejora el bienestar general del organismo.
- Ayuda a prevenir enfermedades no transmisibles.
- Garantiza el buen crecimiento y desarrollo de los jóvenes.
- Reduce el riesgo de caídas, fracturas y lesiones.
- Ayuda a mantener un peso saludable.
Ejercitarse regularmente es importante para la salud integral de las personas. A los 40 años se debe tener en cuenta que el estado del cuerpo es diferente que cuando se era joven. Las mujeres pueden iniciar la menopausia y la actividad física es una buena estrategia para su bienestar.
Asimismo, es relevante hacer ejercicio después de los 40 para disminuir el riesgo de desarrollar enfermedades y complicaciones de salud. El sitio web La Vanguardia destaca un estudio realizado en Oslo, por el departamento de Cardiología de esa ciudad, en el que señalan que “los hombres que comienzan a hacer deporte por primera vez en su vida pasados los 40 o los 50 reducen la elevadísima probabilidad que tienen los sedentarios de padecer un infarto a menos de la mitad”.
Cabe resaltar que antes de empezar a ejercitarse regularmente se debe consultar con un médico. El club médico-deportivo Bodytech explica que uno de los errores que cometen las personas es no buscar la asesoría profesional adecuada. Cando las personas empiezan a ejercitarse, consideran que la información que leen en portales, redes sociales y otros medios, es suficiente para iniciar. Se debe tener en cuenta que si no se lleva un hábito de actividad física, hacerlo de un día para otro puede causar lesiones y poner en riesgo el estado de salud. Por eso, es importante realizar una evaluación física, ya sea con un entrenador o un experto como un fisioterapeuta. Este paso es vital, en especial, para las personas que tengan alguna condición física o de salud.
Exceso de esfuerzo al ejercitarse
Es importante regular las horas, intensidad y el esfuerzo al realizar actividad física. Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, menciona algunas de las señales que indican que se está excediendo el esfuerzo en el ejercicio.
- Ser incapaz de rendir al mismo nivel.
- Necesitar mayores períodos de descanso.
- Sentirse cansado.
- Estar deprimido.
- Tener cambios de humor o irritabilidad.
- Tener problemas para dormir.
- Sentir los músculos adoloridos o pesadez en las extremidades.
- Sufrir lesiones por sobrecarga.
- Padecer más resfriados.
- Bajar de peso.
- Sentir ansiedad.