Médicamente, las varices se conocen como dilataciones de las venas que dificultan la circulación de la sangre a través de ellas. Este padecimiento en las venas es muy común en mujeres que trabajan diariamente detrás de un escritorio, debido a la falta de movilidad articular.
Conocidas también como una afección circulatoria común, seguidas de la hipertensión, las várices se generan por estar mucho tiempo de pie o sentado. Más allá de ser un tema estético, las varices que no son tratadas pueden ocasionar problemas graves de salud como trombosis o úlceras.
Ejercicios para tratar las varices
Las causas de las varices se centran en problemas relacionados ala edad, los cambios hormonales, el sobrepeso, los problemas de circulación congénitos o el permanecer demasiado tiempo de pie o sentado en la misma posición.
Precisamente, el sobrepeso es uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades venosas, según detalla un estudio publicado por European Journal of Vascular and Endovascular Surgery. Por ende, el cambio de hábitos se vuelve fundamental al iniciar el tratamiento en contra de este padecimiento.
La actividad física es una de las vías más eficaces para evitar la aparición o, en su defecto, reducir las varices. De acuerdo a un artículo publicado por el Manual Merck, “hacer ejercicio ayuda a fortalecer los músculos de las piernas y favorece la circulación sanguínea”.
No hace falta llevar a cabo un entrenamiento intenso y riguroso; basta apenas con rutinas fáciles que se pueden llevar a cabo en casa sin necesidad de ninguna máquina en especial. A continuación se mencionan algunos ejercicios fundamentales para evitar la aparición de várices:
Pedaleo
Este es un ejercicio bastante utilizado para el tratamiento de las varices. Consiste en hacer el simulacro de que se está pedaleando una bicicleta en el aire.
La persona puede hacerlo en la cama o en una estera para yoga. Pedalear unas 30 veces y repetir todo lo que desee, eso sí, con descanso entre cada sesión. Si la persona es principiante en el ejercicio físico, puede comenzar con menos repeticiones e ir aumentando progresivamente.
Bicicleta
Relacionado con el punto anterior, se destaca el ejercicio de montar en bicicleta. Este es excelente para todo el cuerpo, pero en especial para las piernas.
En primer lugar, la persona puede hacer el hábito de salir todos los días al parque o a hacer las compras en bicicleta; así estará haciendo ejercicio sin saberlo. Además, puede ir con otro miembro de la familia o un amigo.
Por último, si a la persona no le apetece mucho salir a un parque y prefiere estar en su casa, puede optar por las bicicletas estáticas, que cumplirán la misma función que una común, pero sin el disfrute del aire libre.
Separación de piernas
Este tercer ejemplo de ejercicio para tratar las varices se puede hacer sentado en una silla, alfombra o directamente en la cama. Al principio quizás sea un poco difícil, porque requiere de algo de fuerza, pero con el tiempo la persona irá fortaleciendo las piernas y no le resultará tan complicado. Los pasos que debe seguir son estos:
- Levantar las piernas y llevarlas de arriba hacia abajo, juntando la punta de los pies.
- Puede intentar hacer 20 repeticiones de este ejercicio, aunque todo dependerá de la condición física de cada persona.
Flexiones talón-punta
Al igual que los anteriores, este ejercicio es bueno para la circulación. Por lo tanto, si la persona sufre de calambres, puede hacerlo todas las noches antes de dormir, o bien en la mañana, después de levantarse. Es recomendable hacerlo sentado. Para ello, debe:
- Apoyar los talones en el piso y levantar la punta de los pies.
- Bajar la punta de los pies y subir los talones.
- Repetir 20 o 30 veces.