Las ojeras se presentan cuando la piel bajo los ojos parece oscurecida y generalmente no son signo de un problema médico, pero sí resultan ser incómodas para muchas personas, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Además, el Centro de Oftalmología Barraquer explicó que existen tres tipos de ojeras:
1. Ojeras pigmentadas: “se debe a una producción excesiva de melanina en la piel de los párpados por motivos congénitos o adquiridos”.
2. Ojeras vasculares: “son aquellas de color azul, rosa o morado que su origen es una microcirculación débil del contorno ocular que provoca una adelgazamiento y laxitud de la piel, y estas ojeras se evidencian más en personas con la piel fina y clara”.
3. Ojeras con surco: “se marcan por un surco desde la vía lagrimal hasta la región de la mejilla y pueden adquirir varias tonalidades. Además, van acompañadas de una pérdida de volumen intraorbitario y se producen cuando la grasa de la mejilla desciende por la gravedad y el paso de los años, exponiendo una gran depresión en forma de bolsas palpebrales”.
Entre tanto, la entidad sin ánimo de lucro señaló que hay varios factores que causan o empeoran este efecto, como los siguientes:
- Alergias.
- Dermatitis atópica (eccema).
- Dermatitis de contacto.
- Cansancio.
- Rinitis alérgica (fiebre del heno) (rinitis alérgica).
- Factor hereditario.
- Irregularidades en la coloración de la piel.
- Frotarse o rascarse los ojos.
- La exposición al sol, que hace que el cuerpo produzca más melanina, el pigmento que le da color a la piel.
Así las cosas, según Mayo Clinic, las ojeras leves a moderadas a menudo responden bien a tratamientos simples y económicos, como los siguientes:
1. Frío. La dilatación de los vasos sanguíneos debajo de los ojos puede contribuir a las ojeras. Por ello, es bueno poner una compresa fría, una cucharita fría o una bolsa de guisantes congelados envuelta en un paño suave en la zona para que estos vasos sanguíneos se contraigan.
2. Almohadas extra. Elevar la cabeza con dos o más almohadas para evitar la hinchazón que aparece cuando se acumulan fluidos en los párpados inferiores.
3. Sueño extra. Si bien dormir poco no es la causa de las ojeras, la falta de sueño puede hacer que las sombras y las ojeras que ya se tienen se vuelvan más evidentes y Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, indicó que la cantidad de sueño que se necesita depende de varios factores, incluyendo la edad, el estilo de vida, estado de salud, entre otros, pero las recomendaciones generales para dormir son:
- Recién nacidos: 16-18 horas al día.
- Niños en edad preescolar: 11-12 horas al día.
- Niños en edad escolar: por lo menos 10 horas al día.
- Adolescentes: 9-10 horas al día.
- Adultos (incluyendo adultos mayores): 7-8 horas al día.
4. Evitar el consumo de sal en la cena. Cuando una persona consume sal en grandes proporciones tiende a retener líquidos y esto puede generar efectos secundarios como la aparición de ojeras.
5. No fumar. El tabaquismo puede empeorar el problema de las bolsas debajo de los ojos.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Además, hay que señalar que algunas ojeras son más difíciles de eliminar y, por ello, si estas resultan ser molestas, lo ideal es consultar a un experto de la salud, pues dependiendo de qué sea lo que esté causando las ojeras, el médico puede recomendar cremas con prescripción o una combinación de tratamientos para borrar o reducir la decoloración.