El ajo es uno de los tantos alimentos que se utiliza en la cocina diaria para acompañar diferentes comidas y preparaciones. Asimismo, es muy conocido porque tiene varias propiedades curativas y por eso hace parte de muchos remedios caseros.
El portal Healthline destaca que es un alimento con un alto aporte nutricional y muy pocas calorías. Se le reconoce porque, gracias a sus componentes, ayuda a aliviar infecciones respiratorias, dilata los bronquios, estimula el sistema inmunológico y es un gran desintoxicante para el organismo.
El portal Cuerpo Mente indica que se trata de un alimento que contiene pequeñas cantidades de hierro, silicio, azufre, yodo, manganeso, selenio y vitaminas B1, B2, B6 y C.
La alicina, uno de los componentes del ajo, es un compuesto de azufre, que además de darle su olor tradicional, le otorga la mayoría de sus propiedades medicinales y se forma cuando se pica, machaca o mastica un diente de ajo.
Otro de los grandes beneficios del ajo es que controla la presión arterial, dado que “aumenta los niveles de óxido nítrico en el organismo, un gas que favorece la dilatación de los vasos sanguíneos y disminuye la presión arterial. Un déficit de óxido nítrico aumenta el riesgo de hipertensión”, señala el portal Saber Vivir.
La misma plataforma destaca que este alimento baja el colesterol. “Un estudio publicado en la revista Journal of Nutritional Biochemistry demostró tras un experimento que el ajo era capaz de bajar los niveles de colesterol”, concluyen.
La mejor forma de consumir este gran alimento es crudo, pues al cocinarlo se pueden perder muchos de sus nutrientes. El ajo se puede comer en ayunas o en cualquier momento del día. Asimismo, los profesionales de la salud aconsejan no ingerirlo en exceso.
Remedios naturales para disminuir el colesterol en la sangre y controlar la presión arterial
1. Té verde. Por sus efectos antioxidantes, este tipo de té reduce la oxidación del colesterol y protege las arterias. Además, es diurético y ayuda a combatir la obesidad. Se pueden beber de una a tres tazas de infusión al día, según indica Saber Vivir.
2. Astrágalo. Esta hierba se usa para apoyar el sistema inmune en la medicina china tradicional. Tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. El portal Healhline indica que hay estudios que sugieren que esta planta ofrece beneficios para el corazón, aunque se requiere mayor investigación al respecto.
3. Semillas de lino. Tanto las semillas de lino como el aceite de las mismas contienen altos niveles de ácido alfalinolénico, un ácido graso omega-3 que puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedad cardíaca. Sin embargo, Healthline indica que la investigación sobre el tema ha producido resultados contradictorios. Algunos de esos estudios sugieren que las preparaciones con semilla de lino pueden ayudar a reducir el colesterol, particularmente entre personas con niveles altos y en mujeres menopáusicas.
4. Levadura roja de arroz. La levadura Monascus purpureus crece de forma natural en el arroz y es consumida habitualmente en Oriente. Su contenido en monacolinas frena la producción excesiva de colesterol en el hígado, de una forma similar a los medicamentos, pero sin los efectos secundarios de estos. Por eso, la medicina natural la considera una alternativa.
5. Ácidos grasos omega-3. Estos ácidos están presentes en el pescado y el aceite de pescado. El salmón, el atún, la trucha de lago, el arenque, las sardinas y otros pescados grasos son fuentes especialmente ricas. Los expertos han considerado que los ácidos grasos omega-3 en estos alimentos ayudan a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas. Otros nutrientes del pescado, o una combinación de dichos nutrientes y ácidos grasos omega-3, pueden ayudar a proteger el corazón. Comer una o dos porciones de pescado graso a la semana puede reducir tus probabilidades de sufrir un ataque cardíaco.