La enfermedad cardíaca o del corazón es un término general que incluye muchos tipos de problemas de este órgano y de los vasos sanguíneos.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que hay diversos tipos de enfermedades del corazón, entre ellas las cardiopatías congénitas que se nace con ellas y otras que se desarrollan con el transcurso de los años.

Los expertos de esta institución señalan que la enfermedad de las arterias coronarias es la más común y ocurre lentamente con el tiempo debido a que una sustancia pegajosa llamada placa se acumula en las arterias que suministran sangre al músculo cardíaco. “La placa estrecha o bloquea el flujo de sangre al músculo cardíaco y puede provocar otros problemas cardíacos”, precisan.

En la lista de padecimientos por esta situación se encuentra la angina, un dolor en el pecho por falta de flujo sanguíneo; el ataque cardíaco, que se presenta cuando parte del músculo cardíaco muere debido a la pérdida de flujo sanguíneo; la insuficiencia cardíaca, que se da cuando el corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo y la arritmia, un problema que se presenta en la frecuencia o el ritmo de los latidos del corazón.

Los especialistas aseguran que las causas de las enfermedades del corazón están muy relacionadas con el tipo de enfermedad. Algunas razones posibles incluyen el estilo de vida, la genética, las infecciones, los medicamentos y otras enfermedades.

Además, hay algunos factores de riesgo que hacen que unas personas sean más susceptibles que otras a enfrentar este padecimiento. Por ejemplo, la edad, el sexo, antecedentes familiares y genética, estilo de vida o tener otras afecciones médicas como hipertensión, niveles de colesterol altos, diabetes, obesidad, enfermedades autoinmunes e inflamatorias y problemas renales crónicos, entre otras.

En ese sentido, el portal Mejor con Salud cita datos de la Fundación Española de Nutrición, en los que indica que el principal componente de la cebolla es el agua, pues supone el 90 % de su composición. Sin embargo, en el 10 % restante se encuentran una serie de nutrientes, entre ellos: los aceites esenciales que, según la mencionada fuente, son responsables de la mayoría de las propiedades de este alimento.

A su vez, información del portal de bienestar y salud, Tua Saúde, indica que gracias a sus componentes, este vegetal brinda una serie de beneficios al organismo. Por ejemplo, ayudaría a bajar el colesterol LDL y los triglicéridos, pues contiene unas sustancias llamadas saponinas que disminuyen el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, como aterosclerosis (acumulación de placa en las arterias) o infartos.

De igual forma, según este mismo sitio web, contiene aliina y antioxidantes que promueven la relajación de los vasos sanguíneos, mejorando la circulación de la sangre, lo que ayuda a reducir la presión arterial.

De otra parte, ayuda a prevenir y a combatir enfermedades relacionadas con el sistema respiratorio como la gripa, resfriados, amigdalitis, asma y alergias. La cebolla también tiene una acción expectorante, por lo que ayuda a aliviar las flemas y a mejorar la tos.

De igual forma, el consumo de cebolla cruda puede ayudar a prevenir el envejecimiento precoz, por ser rica en antioxidantes, los cuales protegen a las células del organismo del daño causado por los radicales libres.

Finalmente, otra de sus bondades para la salud es que podría ayudar a regular el azúcar en la sangre, debido a que contiene quercetina y compuestos sulfurados que poseen propiedades hipoglucemiantes, por lo que es una excelente opción para personas con prediabetes y diabetes.