Hay personas que en su día a día parecen inalcanzables y siempre van al 100 % de revoluciones, pero hay otras que, por lo contrario, llegan al final del día totalmente exhausta y sin fuerzas. Para solucionar este problema, es necesario adoptar algunos cambios en la rutina diaria y en los alimentos que se consumen.
Uno de los desencadenantes de una baja energía corporal son las situaciones traumáticas que generan estrés y provocan agotamiento mental y físico. Par entender este proceso, el doctor Daniel López Rosetti, cardiólogo y jefe del servicio de Medicina del Estrés del Hospital Municipal de San Isidro, explicó a Infobae que el primer mecanismo corporal ante el estrés agudo es prepararse para la lucha o huir del otro.
“Frente a ese evento intenso, como usted siente que tiene que correr o huir, el corazón va a ir más rápido porque va a necesitar más sangre para los músculos. La presión arterial va a subir porque va a necesitar más presión para irrigar a los músculos para luchar o para huir. También se altera el azúcar en sangre, que es un combustible, y los niveles de azúcar se elevan porque usted necesita más combustible para los músculos”, detalló López.
Como tal, este es un mecanismo habitual frente a escenarios complejos y traumáticos; no obstante, atravesar por este proceso es caro, emocional y físicamente. De hecho, López recomendó que “cuanto menos veces en su vida reaccione con ira o estrés agudo, es mejor para su bienestar mental, psicológico y emocional”.
De este modo, para poder aumentar la energía del día a día es importante consumir ciertos alimentos como las uvas, pues no solo es una fruta que potencializa el estado de ánimo, sino que previene la pérdida de memoria, según indica Harvard. Por su parte, el doctor Water Willett, profesor de epidemiología y nutrición en la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, indicó que “comer alimentos ricos en flavonoides podría ayudar a prevenir o retrasar el deterioro de la memoria y otros procesos cognitivos en la vejez”.
Al igual que las uvas, Harvard recomienda también consumir otros alimentos como las coles de Bruselas, fresas, coliflor, espinacas crudas, ñame/batatas, arándanos, calabaza de invierno amarilla/naranja, espinacas cocidas, zanahorias cocidas, melocotones/albaricoques/ciruelas, cantalupo y jugo de tomate.
Beneficios del consumo de uvas
El portal web Urgencias 24, detalla que comer este alimento puede tener otros beneficios como:
- Puede mejorar la salud de los huesos.
- Protege contra bacterias.
- Protege contra el envejecimiento.
- Tiene efecto protector en la piel y cabello.
- Alivia el estreñimiento.
- Contribuye a la pérdida de peso.
- Reduce el azúcar en sangre.
- Puede reducir la inflamación.
Entre tanto, un estudio en jóvenes sanos logró demostrar que beber 7.8 onzas de jugo de uva mejoró el estado de ánimo y la velocidad de las habilidades relacionadas con la memoria, 20 minutos después del consumo. Además, otro estudio en ratas halló que en cuatro semanas de ingesta de resveratrol, un compuesto de la uva, mejoraron el aprendizaje, la memoria y el estado.
¿Qué es mejor para fortalecer el cerebro?
La energía, el estado de ánimo, la atención y la memoria están directamente vinculados con el funcionamiento del cerbero, uno de los órganos vitales del organismo. Por esta razón, es importante cuidar correctamente el cerebro con una adecuada alimentación. De hecho, The New York Times consultó con expertos sobre cómo alimentar el cerebro correctamente con verduras y frutas.
“Cuanto más color tenga tu plato, mejor será la comida para tu cerebro. Los estudios sugieren que los compuestos de las frutas y verduras de colores vivos, como los pimientos rojos, los arándanos, el brócoli y las berenjenas, pueden tener un impacto en la inflamación, la memoria, el sueño y el estado de ánimo”, portal web Urgencias 24.