Tener un peso saludable es clave para prevenir y mejorar condiciones de salud. Las enfermedades relacionadas con la obesidad se encuentran entre las tres principales causas de muerte en todo el mundo, según el informe Obesity: Health and economic consequences of an inending global challenge, del Banco Mundial.
De acuerdo con el mencionado documento, se estima que en el mundo fallecen alrededor de cuatro millones de personas cada año por afecciones relacionadas con la obesidad, pues es uno de los principales factores de riesgo de muchas enfermedades no transmisibles como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y los accidentes cerebrovasculares, así como de varios tipos de cáncer, precisa la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Alcanzar un peso saludable ayuda a controlar el colesterol, la presión arterial y el azúcar en la sangre. Según el portal Healthline, comer demasiado o no realizar suficiente actividad física lleva a que las personas no logren su peso ideal, exponiéndose a complicaciones de salud.
Para no tener kilos de más y cuidar el organismo es importante llevar una dieta equilibrada en la que se incluyan frutas, verduras, proteínas y cereales integrales y acompañarla de actividad física regular. Una de las frutas que no debería faltar son los arándanos.
Arándanos para bajar de peso
Esta fruta es catalogada como un superalimento y una de las muchas bondades que se le atribuyen es que resulta saludable cuando se quieren perder kilos. Esto se debe a que los arándanos son bajos en calorías y muy ricos en fibra y agua.
Estas propiedades permiten que actúen aumentando la saciedad entre comidas, disminuyendo la ingesta de calorías y la ansiedad por los alimentos dulces, contribuyendo con la eliminación de la grasa acumulada y la pérdida de peso. La fibra que aportan los arándanos también ayuda a mejorar el tránsito intestinal, evitando inflamaciones y el desarrollo de afecciones como el estreñimiento.
Además de eso, este alimento contiene compuestos antioxidantes que contribuyen a aumentar la sensibilidad a la insulina, disminuyendo la acumulación de grasas en el organismo, siendo una buena fruta para incorporar en las dietas para adelgazar, precisa el portal de bienestar y salud Tua Saúde.
Contra el cáncer
De otra parte, este producto es considerado uno de los que tienen mayor cantidad de antioxidantes. Contiene grandes cantidades de compuestos fenólicos, que aportan propiedades anticancerígenas, las cuales actúan disminuyendo el estrés oxidativo del organismo, evitando daños en el ADN e inhibiendo la proliferación de las células cancerosas. Así las cosas, esta fruta es buena para prevenir el desarrollo de diferentes tipos de cáncer, como de colon, próstata, mama y cuello uterino, asegura la citada fuente.
En esta línea, la revista Mejor con Salud refiere investigación publicada en la revista médica Carcinogenesis, en la cual 168 adultos consumieron un litro de jugo de arándanos y manzana cada día, durante cuatro semanas, y pasado este tiempo, los investigadores observaron que el daño del ADN se redujo en un 20 %.
De igual forma, otro estudio compartido en Nutrition Research determinó que una porción de arándanos (de 300 gramos) ayuda a mejorar la defensa antioxidante de las células frente al daño del ADN. Esto se traduce en un menor riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer, los trastornos cognitivos y la diabetes, entre otras.
Cuidan el corazón
Una bondad adicional del consumo de estas frutas es que ayuda a reducir la oxidación de colesterol malo (LDL) en las arterias, un factor de riesgo de enfermedades cardíacas. Estos efectos se atribuyen a su alta concentración de polifenoles, como las procianidinas, la quercetina, los ácidos fenólicos y, en particular, las antocianinas, sustancias catalogadas como ‘compuestos bioactivos’, que disminuyen el riesgo de aterosclerosis, que es la formación de placas en las arterias.
De igual forma, los arándanos son favorables para controlar la presión arterial, sobre todo en personas con obesidad u otro trastorno metabólico.
Frente a los arándanos y como una conclusión general, la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale realizó una investigación específica sobre alimentación y confirmó que su consumo regular contribuye de forma “sobresaliente” a la funcionalidad del organismo.