El alzhéimer y el cáncer son dos diagnósticos que tienden a ser frecuentes entre la población mundial actual. Aunque algunas cifras fluctúan, las enfermedades continúan presentándose y además de las grandes afecciones que provoca en sus víctimas, también se consolida como uno de los retos de la ciencia enfocada en la medicina.

Por su parte, el alzhéimer es la forma más común de demencia entre las personas mayores. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que representa entre un 60 % y un 70 % de los casos que se registran en el planeta. Además, asegura que a nivel global unos 55 millones de personas viven con demencia, una cifra que, se prevé, llegará a los 78 millones en 2030.

El alzhéimer es una enfermedad que se desarrolla por el deterioro cognitivo. | Foto: Getty Images

La demencia es, según los especialistas, un trastorno cerebral que afecta la capacidad que tiene una persona para realizar sus actividades diarias. Según el portal Alzheimers, del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, es posible que quienes enfrentan este padecimiento experimenten cambios tanto en la conducta como en la personalidad.

Mientras tanto, la OMS indica que el cáncer es la principal causa de muerte en el mundo, siendo los de pulmón, mama, colon y recto los más relevantes. La organización explicó que, entre los factores que más inciden en el desarrollo de cáncer están el consumo de tabaco y de alcohol, alimentos de baja calidad y poca actividad física.

Es válido mencionar que prevenir el cáncer en su totalidad no es posible, pero sí se pueden disminuir las probabilidades de que las células malas se multipliquen de manera irregular, ya que aspectos genéticos, alimenticios y/o actividades no saludables influyen en su aparición.

Al igual que el cáncer, el alzhéimer el consumo de ciertos alimentos puede ayudar a la prevención de estos dos diagnósticos. Uno de estos es el champiñón, puesto que estos hongos son ricos en vitaminas del grupo B, como por ejemplo: riboflavina o B12, folato o B9, tiamina o B1, ácido pantoténico o B5 y niacina o B3, precisa el portal Salud Digital. Las vitaminas de este grupo son las encargadas de ayudar al cuerpo a obtener energía de los alimentos y a formar glóbulos rojos. También pueden ser importantes para tener un cerebro sano.

Los champiñones pueden ayudar a evitar enfermedades del sistema inmune.

Incluso, en el pasado varias investigaciones han demostrado que hay una relación entre la ingesta de hongos comestibles, como los champiñones, y la reducción del riesgo de varios tipos de cáncer, entre ellos el de próstata y cuello uterino.

“En general, estos hallazgos proporcionan evidencia importante de los efectos protectores de los hongos contra el cáncer”, dijo el autor del estudio John Richie, profesor de ciencias de la salud pública y farmacología en el Penn State Cancer Institute. “Se necesitan estudios futuros para identificar mejor los mecanismos involucrados y los cánceres específicos que pueden verse afectados”.

Los expertos del Penn State Cancer Institute analizaron los datos de más de 19.500 pacientes con cáncer, para estudiar la relación entre el consumo de hongos y el riesgo de cáncer. El hallazgo indica que comer tan solo una porción de 18 gramos diarios puede reducir hasta en un 45% el riesgo de contraer esta enfermedad.

Según el portal Mejor con Salud, los hongos también contienen germanio orgánico, un mineral que ayuda al cuerpo a oxigenarse de forma eficiente. Las hipótesis de estudios realizados hasta ahora sobre los hongos indican que podría haber algunas especies que favorecen la salud del sistema inmune.

Los signos y síntomas del cáncer dependen de su ubicación, tamaño y qué tanto podría afectar a los órganos tejidos de su alrededor. | Foto: Getty Images

En una investigación publicada por la Sociedad Americana de Nutrición, se concluyó que estos alimentos podían promover la función inmune, incrementando la producción de antivirales y otras proteínas generadas para proteger y reparar tejidos orgánicos. Sin embargo, se requiere de más investigación para tener información concluyente.

Para comerlos se aconseja adquirirlos y prepararlos para su consumo inmediato, ya que estos alimentos no aguantan mucho tiempo a temperatura ambiente ni en refrigeración. Existen diversidad de recetas que se pueden elaborar con estos productos gracias a su versatilidad. Se pueden adicionar a ensaladas, prepararse rellenos o guisados, todo depende del gusto del consumidor.