El azúcar en la sangre, también llamado “glucosa”, es el azúcar principal que se encuentra en la sangre y esta proviene de los alimentos que se consumen y es la principal fuente de energía, ya que la sangre lleva la glucosa a todas las células del cuerpo para ser usada como energía, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Pero, cuando los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre están muy altos se puede padecer diabetes y la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que existen diferentes tipos de diabetes: la diabetes sacarina de tipo 2 que se debe a que el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce y la diabetes sacarina de tipo 1 que se caracteriza por una producción deficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta hormona.
Además, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indicó que, con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre puede causar problemas serios y, además, puede dañar los ojos, los riñones y los nervios. La diabetes también puede causar enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y la necesidad de amputar un miembro.
En consecuencia, para saber si se tiene el azúcar alta, lo recomendable es que la glucemia se mida al levantarse por la mañana y antes del desayuno, y se considera normal si los niveles de glucosa se sitúan entre los 70 y 100 mg/dl en ayunas y en menos de 140 mg/dl dos horas después de cada comida, de acuerdo con el Grupo Sanitas de España.
Cuando el metabolismo de la insulina no funciona correctamente, las células de los tejidos dejan de asimilar correctamente la glucosa y esta se acumula en la sangre. Por tal razón, se diagnostica diabetes si el nivel de glucosa en ayunas es de 126 mg/dl (7.0 mmol/L) o superior en dos exámenes diferentes. Los niveles entre 100 y 125 mg/dl (5.5 y 7.0 mmol/L) se denominan alteración de la glucosa en ayunas o prediabetes. Estos niveles son factores de riesgo para la diabetes tipo 2.
Por tal razón, para controlar los niveles de azúcar se debe tener una alimentación balanceada y saludable que aporte vitaminas y que esté acompañada de alimentos como el jengibre que ayuden a reducir el azúcar alta y que aporten vitaminas B, C y E, según la compañía “Terra Networks”.
No obstante, el jengibre no solo ayuda a reducir el azúcar, sino que también esta planta es utilizada para aliviar las náuseas provocadas por el embarazo pero, antes de consumirla, es preciso consultar con el médico.
También, la planta de sabor picante que proviene de los bosques lluviosos tropicales del subcontinente indio, al sur de Asia, es utilizada por las personas que sufren de problemas digestivos como la gastritis, estreñimiento, entre otros, ya que funciona como un protector estomacal
Adicionalmente, es consumido por las mujeres que sufren de cólicos o dolores menstruales, ya que reduce el dolor y puede resultar ser más efectivo que un medicamento.
De igual forma, es conocido por reducir los niveles altos de lipoproteínas LDL en la sangre.
Sobre la misma línea, es conocido por aumentar las defensas en las personas, así que evita que los resfriados o gripas se desarrollen. Además, el jengibre, al contener componentes antioxidantes, podría mejorar la función cerebral de manera directa, lo cual ayudaría contra el alzhéimer. Asimismo, la planta ayuda a disminuir la disfunción cerebral relacionada con la edad.
No obstante, al igual que con cualquier alimento que se quiera incluir en la dieta diaria, es importante consultar al médico tratante o a un nutricionista sobre cuál es la mejor manera de consumir, y si las condiciones médicas ya existentes no son un impedimento para beneficiarse de todas las propiedades del alimento ya nombrado.