El colesterol es una sustancia cerosa y parecida a la grasa que se encuentra en todas las células del cuerpo y se necesita para producir hormonas, vitamina D y sustancias que ayuden a digerir los alimentos, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Además, si se tiene demasiado colesterol en la sangre, puede combinarse con otras sustancias en la sangre para formar placa y la placa se pega a las paredes de los vasos sanguíneos, lo cual puede provocar enfermedad de las arterias coronarias, la que puede estrecharlas o incluso bloquearlas.

Adicional, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señaló en su portal web que los factores que pueden aumentar el riesgo de tener niveles de colesterol poco sanos incluyen:

  • Mala alimentación. Comer demasiada grasa saturada o grasas trans puede dar lugar a niveles de colesterol poco sanos. Las grasas saturadas se encuentran en cortes de carne grasos y productos lácteos no descremados. Las grasas trans por lo general se encuentran en refrigerios empaquetados o postres.
  • Falta de ejercicio. El ejercicio ayuda a aumentar el HDL del cuerpo, que es el colesterol “bueno”.
  • Tabaquismo. Fumar cigarrillos puede bajar el nivel de HDL o colesterol “bueno”.
  • Alcohol. Beber demasiado alcohol puede aumentar el nivel de colesterol total.
  • Edad. Incluso los niños pequeños puede tener niveles de colesterol poco sanos, pero es mucho más común en las personas de más de 40. A medida que envejeces, el hígado puede cada vez menos eliminar el colesterol LDL.

Por su parte, el sistema circulatorio está formado por vasos sanguíneos que transportan la sangre desde y hacia el corazón, de acuerdo con el portal de salud KidsHealth.

Además, el sistema circulatorio lleva oxígeno, nutrientes y hormonas a las células, y elimina productos de desecho como el dióxido de carbono, pero cuando una persona tiene mala circulación puede presentar fatiga, edema, mareos, dolor de cabeza, manos y pies fríos, dolor en las piernas, calambres musculares, latidos cardíacos irregulares, pérdida de cabello y sequedad de la piel, entumecimiento u hormigueo en partes del cuerpo, entre otras.

De todos modos, es importante señalar que los problemas circulatorios y del corazón se agrupan en dos categorías: congénitos, lo que significa que el problema estaba presente en el momento del nacimiento; y adquiridos, lo que significa que los problemas se desarrollaron en algún momento de la infancia, la niñez, la adolescencia o la vida adulta.

Dicho lo anterior, el diario español Mundo Deportivo reveló, en su sección de salud, que el alpiste es un gran alimento para reducir el colesterol y mejorar la circulación, ya que tiene propiedades cardiovasculares, antiinflamatorias, diuréticas, entre otras.

Adicional, contiene vitaminas del grupo B, minerales como el calcio y magnesio, omega 3, omega 6, omega 9, ácido oxálico y ácido salicílico.

En consecuencia, para obtener las propiedades, el portal Cocina Fácil reveló que se deben remojar 50 gramos de alpiste en 200 ml de agua. Después, al día siguiente se debe licuar con un litro de agua o leche. Posteriormente, se debe colar y por último se consume.

No obstante, al igual que con cualquier alimento que se quiera incluir en la dieta diaria, es importante consultar al médico tratante o a un nutricionista sobre cuál es la mejor manera de consumir, y si las condiciones médicas ya existentes no son un impedimento para beneficiarse de todas las propiedades de los alimentos ya nombrados, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.