La regulación de la tensión arterial, sin duda alguna, es más que crucial para llevar un estilo de vida saludable y sin inconvenientes. Se trata nada menos de la forma en que la sangre va transportándose en las arterias y presiona las paredes de los vasos sanguíneos. El objetivo radica en evadir la hipertensión, uno de los principales riesgos para sufrir una enfermedad cardiovascular.
Hay diversas circunstancias por las que se da esta hipertensión, que deteriora las arterias y también compromete a los demás órganos del cuerpo. La presión se mide en milímetros de mercurio (mm Hg), si está por encima de los 140 mm Hg o por debajo de los 90 mm Hg, esto quiere decir que hay problemas y deben solucionarse, ya sea por causas de dieta, el entorno o incluso por temas de carácter genético.
Además de la prevención de enfermedades cardiacas, el control de la tensión arterial ayuda a reducir el daño a los órganos vitales, en especial el corazón, riñones y hasta el cerebro, puesto que desataría problemas como la pérdida de visión, demencia, dificultades graves en el corazón, entre otras.
La regulación implica una mejoría en la salud cerebral, y también se reduce la carga de trabajo cardiaco (en el sentido de que podría desatar hipertrofia) con el trabajo arduo de bombear sangre.
El alimento para regular la tensión arterial
Para erradicar estas dificultades relativas con la hipertensión y dificultades de esta índole, el consumo de ciertos alimentos es indispensable y da una mano gigantesca en ello, pues forma parte de los tratamientos habituales para controlarla.
El portal Cuerpo Mente revela algunos tips de infusiones o suplementos importantes para hacerle un bien a las arterias, en vez de pasar afugias con los efectos secundarios de medicamentos fuertes y antihipertensivos. Este ha sido un temor grande de ciertas personas al sufrir estos inconvenientes.
Por ejemplo, las flores del espino blanco ayudan de gran manera a la óptima circulación de la sangre, dado su alto contenido de “glucósidos flavonoides, derivados tripénicos y aminas biógenas de acción cardiotónica y antiarrítmica”. Indican que estas reducen o aumentan la tensión en las vías arteriales, ya dependiendo de su actual estado.
Esta se puede ingerir a través de una infusión, con “60 g de flores y frutos por litro de agua” para ingerir entre 3 y 4 tazas al día; así mismo, puede optar con un extracto seco de entre 600 a 1800 mg al día, o mojado de 15 a 20 gotas de líquido.
Otro alimento que es de vital ayuda es el ajo, familiar de la cebolla y muy popularizado en suelo colombiano. Sus propiedades ayudan a que se reduzca la tensión en caso de estar alta y viceversa, por lo que se cataloga como un “gran efecto vasodilatador y reductor de la agregación plaquetaria”, además de que es altamente recomendada para personas que han padecido trombosis y accidentes cardiovasculares.
Se puede comer el ajo crudo en sí, exactamente con la dosis adecuada de 1 a 3 dientes al día; por otro lado, se consume en la cuota diaria de 6 a 12 cápsulas, específicamente de 600 a 1.200 mg.