La presión arterial consiste en la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Al medirla, se registran dos números. El primero se refiere a la presión arterial sistólica (cuando el corazón se contrae y empuja la sangre hacia afuera) y la presión arterial diastólica (cuando el corazón se relaja y se llena de sangre), explican los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).

Cuando se registran números por encima de 130 (sistólica) y menos de 80 (diastólica) se dice que hay hipertensión, es decir, presión arterial elevada. Esto puede causar derrames cerebrales, afecciones cardíacas, insuficiencia renal, etc.

Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, explica los rangos de la presión arterial:

  • Una presión arterial normal es cuando la presión arterial es menor a 120/80 mm Hg, la mayoría de las veces.
  • Una presión arterial alta (hipertensión) es cuando uno o ambos números de la presión arterial son mayores de 130/80 mm Hg, la mayoría de las veces.
  • Si el valor del número superior de su presión arterial es entre 120 y 130 mm Hg y el valor del número inferior es menor a 80 mm Hg, se denomina presión arterial elevada.

La presión arterial alta no tiene síntomas, por eso, es considerada como una enfermedad silenciosa. Los médicos insisten en la importancia de realizar exámenes médicos periódicos para verificar que esté dentro de los rangos normales. “Se estima que en torno al 20 % de la población adulta occidental puede padecer hipertensión. Más del 50 % no lo saben”, explica Sanitas, entidad de salud.

El tratamiento para esta afección varía en cada persona. En algunos casos, el doctor puede recomendar cambios en el estilo de vida (dieta, ejercicio, peso saludable) o medicamentos. “a veces, los cambios en el estilo de vida no son suficientes. Si la dieta y el ejercicio no ayudan, tu médico puede recomendarte medicamentos para bajar la presión arterial”, explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Tua Saúde, portal web especializado en salud, destaca los beneficios de la uva para el cuerpo humano. Dentro de estos señala que la uva roja se caracteriza por ser rica en resveratrol, taninos y flavonoides, los cuales pueden ayudar a relajar los vasos sanguíneos y ayudar a facilitar la circulación de la sangre.

Cabe mencionar que este alimento no tiene propiedades milagros, es decir, su consumo no reemplaza un tratamiento médico. Este sitio web recomienda agregar máximo 10 uvas diarias a ensaladas, comidas, jugos, etc. Las personas que tienen diabetes o problemas renales deben consumir este alimento bajo supervisión médica.

Este sitio web recomienda otros alimentos que pueden contribuir positivamente a regular la presión arterial:

  • Semilla de linaza.
  • Jengibre.
  • Ajo.

Recomendaciones

Una alimentación saludable es fundamental para evitar complicaciones en el estado de salud, especialmente relacionados con la presión arterial. Por eso, la Organización Mundial de la Salud hace especial énfasis en que se debe “mantener el consumo de sal por debajo de 5 gramos diarios (equivalentes a menos de 2 g de sodio por día) ayuda a prevenir la hipertensión y reduce el riesgo de cardiopatías y accidente cerebrovascular entre la población adulta”.

Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, recomienda tener una dieta saludable como la dieta DASH, “se centra en frutas, verduras, granos integrales, carne de ave de corral, pescado y alimentos lácteos con bajo contenido graso. Consume mucho potasio, que puede ayudar a prevenir y controlar la presión arterial alta. Consume menos grasas saturadas y grasas trans”.