Los riñones son dos de los órganos más importantes del cuerpo humano. Están ubicados en el abdomen, justo debajo de las costillas. Su principal función es la de eliminar el exceso de líquido corporal, sales y demás sustancias, esto a través de la orina. Además, también regulan la presión arterial y la producción de hormonas.
Cuando se lleva un estilo de vida poco saludable, los riñones son de los órganos que más se ven afectados. Las enfermedades que pueden surgir en estos son el cáncer, los cálculos o piedras renales, la insuficiencia renal, la nefropatía diabética, la glomerulonefritis y la pielonefritis, entre otras más.
Por su parte, el sistema inmune “protege el cuerpo de invasores externos tales como bacterias, virus, hongos y toxinas (sustancias químicas producidas por los microbios). Está constituido por diferentes órganos, células y proteínas que trabajan conjuntamente”, explica el Stanford Medicine Children’s Health.
Además, la entidad agrega que “el sistema inmunitario consta de dos partes principales: el sistema inmunitario innato, que es el con el que se nace, y el sistema inmunitario adaptativo, el cual se adquiere cuando el cuerpo está expuesto a microbios o a las sustancias químicas que liberan los microbios. Estos dos sistemas inmunitarios trabajan conjuntamente”.
Los profesionales de la salud suelen recomendar el desarrollo de una dieta alimenticia saludable para proteger los riñones y fortalecer el sistema inmune. Precisamente, existe un alimento de origen vegetal que tiene la capacidad de disminuir el riesgo de enfermedades renales y, además, fortalecer dicho el sistema.
Se trata de la curuba, una fruta que tiene su origen en América del Sur. También se le conoce como taxo, parcha, tumbo y tintín. Tiene una contextura alargada, su pulpa tiene un color amarillo y su sabor es bastante ácido. Es muy rica en vitamina C, vitamina A y riboflavina.
“Existen evidencias de que la curuba es una fruta capaz de disminuir la incidencia de los problemas hepáticos y renales. Esto se debe a la presencia de antioxidantes y de flavonoides. Incluso, se comercializan extractos de curuba encaminados a mejorar la eficiencia de dichos órganos”, reseña el portal especializado Mejor con Salud.
Además, por su aporte de vitamina C, fortalece el sistema inmune. “La ingesta regular de este nutriente reduce el riesgo de contraer patologías infecciosas respiratorias de las vías altas (resfrío), al tiempo que mejora el manejo de las mismas, mediante la reducción del tiempo de persistencia de los síntomas”, incluye el sitio web.
Como todo alimento, la curuba se debe consumir de forma moderada, sin llegar a un exceso, pues esto puede terminar siendo peligroso para la salud. Puede ser ingerida en la mañana, para el desayuno, en el almuerzo o en la noche, para la cena.
Más beneficios de la curuba
1. Es un antioxidante natural: La vitamina C de la curuba actúa como un perfecto antioxidante en el organismo. Por esto, combate los daños causados por los radicales libres, lo cual ayuda a retrasar el envejecimiento y a prevenir el surgimiento de algunos tipos de cáncer.
2. Mejora la cicatrización: “Dicha propiedad depende también del contenido en vitamina C de la fruta. Este nutriente es capaz de incrementar la síntesis de colágeno, una de las proteínas mayoritarias del cuerpo. Se asume que una mejor proporción de este compuesto facilitaría el proceso de cicatrización”.
3. Mejora el tránsito intestinal: La curuba acumula una gran cantidad de fibra, sustancia esencial para que el tránsito intestinal funcione de una forma correcta. Esto permite prevenir y combatir una enfermedad tan molesta como lo es el estreñimiento.