Con el paso de los años, las personas van perdiendo capacidades, propiedades y vitaminas que son fundamentales para la salud. Por ello, a medida que se avanza en edad, la alimentación se vuelve un factor fundamental y decisivo para la vida.

Manejar una dieta balanceada, rica en todos los grupos alimenticios es lo recomendado, además, se busca introducir alimentos que sean ricos en vitaminas, proteínas y minerales que aporten calcio, colágeno, vitamina A, antioxidantes, entre otros compuestos, especialmente cuando se padecen enfermedades como la diabetes, pérdida de visión y problemas en la piel.

La zanahoria es uno de los alimentos más ricos en vitaminas y nutrientes. El aspecto más destacable de este alimento desde el punto de vista nutricional es su contenido en vitamina A. Tan solo una zanahoria de tamaño medio cubre el 89 % de las necesidades diarias de este nutriente.

Por lo anterior, agregar zanahoria en la dieta diaria es una muy buena recomendación para aquellos que quieran obtener de manera natural sustancias importantes para el buen funcionamiento del organismo.

La Biblioteca Digital de la Cámara de Comercio de Bogotá informa que aproximadamente el 90 % del peso de una zanahoria corresponde a agua. Además esta vitamina promueve el crecimiento óseo y dental, y reduce el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.

La zanahoria aporta vitaminas que favorecen la salud de la piel. | Foto: Getty Images

Ahora, el portal especializado Saber Vivir ha incluido a los beneficios mencionados de la zanahoria otro más relacionado con reducir los niveles de azúcar en la sangre, por lo que es recomendada para aquellas personas que padecen diabetes.

Según explica el medio, cuando esta hortaliza está cruda posee un índice glucémico bajo, lo que ayuda a que los niveles de azúcar se mantengan estables. Sin embargo, hay que tener en cuenta que debe consumirse en ese estado.

Lo anterior, debido a que si se cocina la zanahoria, su índice glucémico sube considerablemente, por lo que al ingerirla el azúcar que contiene pasa rápidamente a la sangre y no es conveniente para quienes padecen afecciones relacionadas como la diabetes.

Además, en el cuidado de la piel es especial, pues reduce el acné, protege la piel del sol, aporta anitoxidantes evitando el envejecimiento prematuro y más.

Mejoría a la piel:

1. Reduce el acné: el elevado contenido de betacarotenos de este alimento promueve la regulación de sebo o grasa en la piel, lo que a su vez puede reducir la aparición de afecciones cutáneas como el acné y favorece a que sanen los ya existentes.

2. Un bronceado más duradero: los betacarotenos que posee ayudan a activar la melanina, una sustancia encargada de dar pigmento a la piel, el cabello y otras áreas.

3. Retrasa el envejecimiento: la zanahoria contiene vitamina A y vitamina C, dos nutrientes que se consideran potentes antioxidantes, es decir, que ayudan retrasar la oxidación celular y a promover la producción de colágeno.

Los genes son un factor que provocan el envejecimiento. Getty Images. | Foto: Getty Images

4. Protege la piel del sol: este efecto se produce gracias a los antioxidantes y carotenoides que contiene la hortaliza. Se aconseja consumir antes de exponerse al sol, sin embargo, esto no quiere decir que no sea indispensable el uso de protector solar.

5. Atenúa manchas: las manchas en la piel pueden surgir con la edad y como resultado de malos cuidados en la piel. La zanahoria puede ayudar a tratar estas imperfecciones, pues favorece la renovación de células y reduce la visibilidad de las manchas o cicatrices.

Cómo consumirla para regular el azúcar en la sangre:

Ingredientes: una manzana sin corazón, sin semillas y cortada en cuartos; una zanahoria pelada y en rodajas, dos puñados de espinacas; una naranja pelada y en cuartos; un plátano en rodajas; una cucharada de proteína en polvo; y una taza de agua.

manzana y zanahoria | Foto: GettyImages

Preparación:

1. Agregar los ingredientes en una licuadora y mezclar hasta obtener una mezcla homogénea.

2. La proteína en polvo debe agregarse después del agua para que no se torne pastosa.

3. Consumir el batido en la mañana o en la cena.