Los expertos mencionan que la mejor forma de prevenir enfermedades a corto, mediano y largo plazo es llevar una dieta sana y equilibrada, rica en proteínas, carbohidratos en su estado natural, muchas frutas y verduras.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que se deben consumir cinco porciones de fruta al día intercalándolas con verduras; es decir, que hay que ingerir una porción de fruta en el desayuno, en la merienda de la tarde y la mañana; en el almuerzo y la cena siempre debe haber una porción de ensalada. Cada paciente debe consultar las cantidades adecuadas que puede consumir a su médico.
Por otro lado, una alimentación balanceada es necesaria para mantener en orden la salud, el consumo de algunos alimentos como dulces, fritos, harinas refinadas, entre otros, pueden perjudicar el buen funcionamiento de algunos órganos, como ha sido comprobado por expertos.
De hecho, la mala alimentación es la responsable, en muchos casos, de que algunas personas sufran de diabetes, una enfermedad que puede generar resistencia a la insulina, entre otras cosas. Por lo general, quienes padecen esta afección deben cambiar sus hábitos alimenticios y evitar algunos alimentos.
De acuerdo con Harvard, uno de los que se debería evitar es el arroz blanco, que está inmerso en la dieta diaria de millones de personas en todo el mundo, por su facilidad y versatilidad. Sin embargo, los científicos revelaron que se ha convertido en un “alimento peligroso” porque incrementa hasta en jun 17 % el riesgo de padecer de diabetes tipo 2.
Esto debido a que tienen un alto contenido en almidón, una sustancia que se transforma rápidamente en glucosa, lo que eleva los niveles de insulina y puede provocar picos de azúcar.
Alimentos que sí se deben incluir en la dieta:
- Granos integrales como trigo integral, arroz integral, cebada, quinua y avena.
- Proteínas, como carnes magras, pollo, pavo, pescado, huevos, nueces, frijoles, lentejas y tofu.
- Productos lácteos descremados o bajos en grasa como leche, yogur y queso.
Tipos de diabetes:
- Diabetes tipo 1: este tipo de diabetes es la menos común. Se puede presentar en cualquier edad, pero la suelen padecer, por lo general, niños, adolescentes o adultos jóvenes. Se caracteriza por una producción deficiente de insulina, el cuerpo no produce o produce en cantidades mínimas. Para esta diabetes se requiere de inyecciones diarias de insulina (la hormona que transporta la glucosa) . Aún no se conoce la causa médica de esta enfermedad y tampoco se puede prevenir, debido al poco conocimiento que se tiene sobre ella. Algunos de los síntomas de este tipo de diabetes es hambre constante, pérdida de peso, trastornos de la visión , excreción excesiva de la orina y fatiga.
- Diabetes tipo 2: este tipo de diabetes es el más común. Por lo general se presenta en la edad adulta (sobrepeso), sin embargo, en la actualidad se presenta cada vez más en los niños. En esta enfermedad el cuerpo es resistente a la insulina y no usa como debería. Aunque se diagnostica en adultos con obesidad, no todas las personas con diabetes tipo 2 son obesas. Esta enfermedad tiene síntomas similares a los de la diabetes tipo 1, pero se presentan de forma silenciosa. En algunos casos, las personas no saben que tienen diabetes de este tipo y se les diagnostica mucho tiempo después, lo que aumenta los riesgos y las complicaciones en el organismo.
- Diabetes gestacional: este tipo de diabetes aparece en el embarazo. Esta enfermedad aumenta el riesgo de que se presenten complicaciones en parto. Al mismo tiempo de que la madre y el hijo presenten diabetes de tipo 2 en un futuro.