La cebolla es un producto que durante años ha sido utilizado para sazonar platos gastronómicos. Sin embargo, más allá de añadir sabor a las comidas, es un vegetal que ofrece beneficios para la salud, debido a que posee propiedades antivirales, antifúngicas, antibacterianas y antioxidantes, entre otras.

Este vegetal está compuesto principalmente por agua (un 89 %), según el portal Cuerpo Mente. Los carbohidratos son su nutriente más abundante y es muy bajo en grasa.

También posee vitaminas del grupo B, que son necesarias para el correcto funcionamiento del sistema nervioso e inmunológico, y vitaminas E y C, ricas en antioxidantes que ayudan a prevenir el envejecimiento celular y las enfermedades degenerativas.

En cuanto a minerales, según la citada fuente, la cebolla es rica en potasio, calcio y fósforo, al tiempo que cuenta con un alto porcentaje del oligoelemento cromo y pequeñas cantidades de azufre, bromo, cobalto, cobre, magnesio, silicio y zinc.

Este alimento también es fuente de fitoquímicos, entre los que destaca el flavonoide quercitina. Cuerpo Mente asegura que este es un antioxidante, más potente que la vitamina E y brinda propiedades antiinflamatorias, antialérgicas y protectoras frente a enfermedades como el cáncer.

En esta línea, información del portal CancerQuest, programa educativo de la Universidad de Emory (Estados Unidos), algunos flavonoides tienen propiedades antiproliferativas, es decir, que poseen la capacidad de detener el crecimiento de células.

Este sitio web cita un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Guelph en el cual se concluyó que algunos químicos de estas cebollas mataron las células cancerosas del colon y seno al estimular las vías celulares que conducen a apoptosis (muerte celular). De igual forma, los extractos de cebolla inhibieron el crecimiento de este tipo de células.

Contra la diabetes

De igual forma, este vegetal tiene bondades que ayudan a controlar los niveles de azúcar en la sangre. El portal Gastrolan, de México, cita información del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios, en la cual se indica que específicamente la cebolla morada ayuda a regular el azúcar en la sangre al contener un compuesto de azufre llamado alil propilo disulfuro, el cual aumenta la producción de insulina en el cuerpo, lo que permite controlar la glucosa en personas que padecen de diabetes.

“Cada pieza de esta hortaliza contiene una sustancia llamada glucoquinina, la cual es verdaderamente benéfica para combatir la diabetes ya que es considerada como la “insulina vegetal”, gracias a sus propiedades”, indica la citada fuente.

De otra parte, se dice que la cebolla es buena para la circulación. De acuerdo con una publicación del diario La Vanguardia, de España, evita la formación de coágulos en la sangre, promueve la circulación sanguínea y ayuda a combatir las enfermedades relacionadas con una mala circulación.

Es diurética

Por su riqueza en potasio y escasa cantidad de sodio, la cebolla resulta diurética y ayuda en casos de edemas e hipertensión, gracia a que favorece la eliminación de líquidos corporales y toxinas del cuerpo.

De igual forma, información del portal de bienestar y salud, Tua Saúde, indica que gracias a sus componentes, este vegetal ayudaría a bajar el colesterol LDL, conocido como malo, y los triglicéridos, pues contiene unas sustancias llamadas saponinas que disminuyen el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, como aterosclerosis (acumulación de placa en las arterias) o infartos.

La cebolla también actúa como bactericida. Por su contenido en compuestos ricos en azufre, al igual que el ajo, este vegetal es un remedio natural aconsejado para combatir procesos infecciosos del aparato respiratorio como la gripa, bronquitis y faringitis, entre otros. Tiene una acción expectorante, por lo que ayuda a aliviar las flemas y a mejorar la tos.

Por último, es un alimento que favorece la digestión, al estimular el hígado, la vesícula y el páncreas aunque debería evitarse en casos de acidez estomacal. La cebolla es capaz de eliminar las toxinas y fermentos que se producen en el estómago luego de realizar el proceso digestivo, precisa el artículo de La Vanguardia.